La FIFA da el primer paso para un calendario unificado mundial

El calendario unificado mundial para el fútbol, propugnado sobre todo por clubes europeos, recibió ayer un buen empujón. La Comisión de Fútbol de la FIFA pergeñó una serie de propuestas que pueden eliminar gran parte de los problemas de fechas que enfrentan a clubes y federaciones por los partidos internacionales. La FIFA tiene la última palabra, pero ya avisa que es difícil su aplicación antes de año 2006.

La Comisión de Fútbol de la FIFA, a cuyo frente se encuentra Ángel María Villar, presidente de la federación española, se reunió ayer en Zúrich para tratar la elaboración de un calendario unificado mundial con el objetivo de superar los problemas de fechas que enfrentan sobre todo a equipos europeos con sus selecciones por las convocatorias de sus jugadores internacionales. El proyecto de este calendario es una idea que lanzó el presidente de la FIFA, el suizo Josep Blatter, cuando hace año y medio llegó al cargo. El presidente de la FIFA fue uno de los asistentes a la reunión de ayer y en la que también estuvieron presentes destacados ex futbolistas como Pelé, Beckenbauer, Boby Charlton, Platini, Eusebio, Hugo Sánchez, Boniek, Perfumo, Fachetti y el árbitro italiano Paolo Casarini.La propuesta de la FIFA representa para la Comisión de Fútbol, según un portavoz de la misma, "un excelente punto de partida para futuras discusiones sobre el calendario único". El proyecto de la FIFA, que ayer presentó el ex futbolista Michel Platini, pretende que las Ligas nacionales se jueguen entre los meses de febrero y noviembre; diciembre y enero se destinarían a las vacaciones de los jugadores y a su pretemporada respectivamente, mientras julio y agosto se dedicarían a competiciones internacionales, en sus fases finales, como los Mundiales y los torneos continentales.

La propuesta repartió apoyos y críticas. Villar, después de asegurar que la reunión ha supuesto un paso adelante importante y de calificar la idea de "excelente y cada vez más tangible", matizó que "se encuentra en el plano de la recomendación". Pelé, por su parte, también siguió el mismo camino a la hora de las valoraciones. Planteó el calendario como "una oportunidad única para los jugadores, porque es una distribución coherente de las fechas", pero al mismo tiempo indicó que "los periodos de vacaciones son un problema".

La Comisión, al mismo tiempo, debatió algunas de las soluciones que se podrían dar a esosproblemas. Una de esas soluciones planteadas fue aprovechar las rondas previas de la Copa América, la Copa de África o de la Eurocopa como fases de clasificación para los Mundiales. En el caso de la Eurocopa, por ejemplo, que de los 16 países clasificados para su fase final del próximo mes de junio saliesen los representantes de Europa en el Mundial inmediato. De esta forma se ganarían fechas en un calendario tan recargado, por ejemplo, como el del fútbol español.

Otra sugerencia planteada busca compaginar la limitación del número de partidos oficiales y amistosos de las selecciones, como pide el G-14 (grupo de los 14 clubes europeos más poderosos) y el de algunas Ligas como es la española. En este sentido, la Comisión de Fútbol propone que las Ligas y Copas nacionales no pasen de 46 jornadas entre las dos [en España estos números se elevan a 38 en Liga y 13 en Copa], y destina 16 fechas a las Copas de Europa (Liga de Campeones y Copa de la UEFA), una menos que las actuales. Alguna de estas fechas se podrían destinar en casos excepcionales, tras la eliminación de algunos equipos, para partidos internacionales.

La Comisión de Fútbol de la FIFA, por otro lado, pasó por alto la coincidencia de fechas de los próximos Juegos Olímpicos, en septiembre, con las Ligas nacionales y las Copas de Europa. "Es un asunto que se trata a nivel de confederaciones [UEFA, África, Asia, América del Sur, América del Norte/Central y del Caribe y Oceanía]", explicó un representantes de la Comisión. Otras fuentes indicaron que la FIFA condiciona este asunto a la clasificación o no para los JJOO del fútbol de Italia y de España, países que presentan los problemas más graves.