Arzalluz asegura que el PP enseña "su vena más derechona e intransigente"

Más de 5.000 peneuvistas vibraron ayer con Xabier Arzalluz, sobre todo, y con el lehendakari, Juan José Ibarretxe, en el mitin que dieron en el pabellón La Casilla, en Bilbao. El presidente del PNV dedicó cada minuto de su intervención a criticar al PP, al que acusó de enseñar "su vena más derechona, intransigente e intolerante". Ibarretxe reclamó a los populares que "no condenen ideas" y, como Arzalluz, se mostró indignado ante la insistencia del PP de "utilizar ese mecanismo maniqueo de unir nacionalismo con violencia".

Era la primera vez que el PNV celebraba un mitin previo al inicio de la campaña. Lo hizo en el escenario donde tradicionalmente las cierra, el pabellón La Casilla de Bilbao. Arzalluz explicó que la avalancha de ataques vertidos contra el PNV les había obligado a convocar este encuentro con miles de sus seguidores. Estos acudieron a presenciar una actuación de grupos folclóricos vascos, catalanes y gallegos; y, después, a escuchar al lehendakari y al líder peneuvista.Ambos dirigentes arremetieron contra el Gobierno que preside José María Aznar. Ibarretxe centró sus críticas en el fracasado manejo que se hizo de la situación creada con el alto el fuego de ETA. "Aznar, [Jaime] Mayor Oreja, el PP han perdido una gran oportunidad para consolidar el proceso de paz y la convivencia".

Fue muy claro Ibarretxe al insistir en que "la responsabilidad de la ruptura de la tregua es de ETA", pero también al señalar que Aznar debió ser más flexible en los meses de alto el fuego. "Y no lo decimos sólo nosostros y el resto de los nacionalistas, lo dice el periódico "The Times". El lehendakari leyó incluso varios párrafos del editorial publicado por este diario el 25 de enero, cuatro días después del asesinato de Pedro Antonio Blanco en Madrid.

Después las críticas de Arzalluz fueron por otros derroteros. Éste tachó de "electoreros de la peor calaña" a los dirigentes del PP porque, aseguró, que con sus constantes intentos de mezclar al PNV con ETA y la violencia buscan "conseguir votos allí abajo", en referencia al resto de España. Acusó al Gobierno de Aznar de ser antidemocrático: "El Estado que utiliza la ley penitenciaria para cargar contra los presos es un Estado vengativo. Y un Estado vengativo no es un Estado democrático". Asimismo, dijo que las elecciones del 12-M no serán democráticas porque "el PP y el PSOE se reparten los medios de comunicación y los van a utilizar para atacar al nacionalismo". "Con la fusión del BBVA y Telefónica", añadió, "todas las radios, las televisiones, etc, van a estar en manos de unos pocos y todos van a estar en contra nuestra".

También retomó el asunto que desató la polémica la semana pasada, el de "los negocios" del Gobierno español con el francés a cambio de su colaboración en la lucha contra ETA. Arzalluz subrayó que España "paga por debajo desde hace muchos años" por la ayuda francesa.

Al portavoz del Ejecutivo, Josep Piqué, le hizo una invitación: "Si quiere tener una conversación animada, hablaremos de todo, del tren de alta velocidad y de la cuarta licencia de telefonía a la que se presenta France Telecom". Además, señaló que el pasado de Piqué -"del partido comunista catalán, al Gobierno de Jordi Pujol y de ahí al de Aznar"- no es la trayectoria de un "personaje político sino un recorrido en escalera".

Tampoco olvidó cargar contra uno de sus blancos preferidos, el ministro del Interior, Jaime Mayor, quien la semana pasada le acusó de "desbarrar". Dijo Arzalluz que la ineficacia policial ante los graves ataque contra inmigrantes en El Ejido han dejado patente que Mayor "no es el ministro del Interior, sino el ministro de ETA".

Sólo el jefe del Gobierno vasco se dirigió a la organización terrorista. Le reclamó que desaparezca "porque en el siglo XXI ninguna sociedad puede defender su identidad, su lengua,... pegando tiros". El lehendakari, que dejó en suspenso su acuerdo de colaboración con Euskal Herritarrok tras el último atentado de ETA, se declaró convencido de que "la mayoría de EH está en contra de la violencia y de la kale borroka". Ibarretxe, que exige a EH un claro desmarque de la violencia para recuperar el pacto, formuló una advertencia: "No nos vamos a dejar tomar el pelo por cuatro descerebrados".