Roberto Parra y Andrés Díaz se pasean en un campeonato sin emociones

Todas las noticias extraídas de los Campeonatos de España en pista cubierta resultaron sencillas confirmaciones de lo esperado: ganaron los de siempre (como se espereaba con marcas raquíticas), apenas se logró alguna mínima para el Europeo de Gante y la cita de San Sebastián caminó con disciplina y sin emoción hacia su desenlace.Sin el concurso de El Nasri, Andrés Díaz sólo tenía que forzar su motivación para obtener el título en los 3.000. El atleta coruñés, retrasado por una lesión en el talón de Aquiles y más ilusionado por la cita olímpica de Sydney que por las citas bajo techo, decidirá el próximo día 19 si acude a Gante: "Si voy será para divertirme, porque me falta chispa. En todo caso competiría en 3.000, aunque no quiero quemar cartuchos de cara a los Juegos [que se celebran en septiembre]". Algo más centrado en la temporada a cubierto, Roberto Parra compitió contra sí mismo en la prueba de 800 metro, pero su zancada no acaba de recuperar la frescura que en 1996 parecía asegurarle éxitos desconocidos para el atletismo español. Una lesión le ha apartado durante dos temporadas de todo lo que su inmensa clase parecía prometerle. Ahora corre para recuperar el tiempo perdido.

Más lógica: el pertiguista Javier García Chico se apuntó su décimo título, igualando al lanzador de peso Martín Vara y al vallista Carlos Sala. Tampoco extrañó a nadie la exhibición de Marta Domínguez, irresistible en la prueba de los tres kilómetros. Petite, que corría para obtener la mínima, no lo logró por dos segundos. José Vicente Trull (400 m) apretó al favorito David Canal y obtuvo el pasaporte para Gante.