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El Barça flojea más que nunca Los azulgrana, con un aire deprimente, caen ante el Betis en el estreno de Hiddink en el Villamarín

Todos los temores y dudas que albergaba Louis Van Gaal sobre su reencuentro con su compatriota Guus Hiddink tomaron cuerpo y se plasmaron de forma cristalina -los goles de Ito y Alfonso- en el césped del Manuel Ruiz de Lopera. Nada más conocer el nombramiento de Hiddink como técnico del Betis, Van Gaal hizo públicas sus inquietudes: la fortuna volvía a esquivar a su equipo que, en vez de enfrentarse al comatoso Betis de Griguol se las vería con el espoleado Betis de Hiddink.Eso fue lo que dijo, y con buen tino. Como vidente, un diez para Van Gaal, pero un suspenso en capacidad de reacción. Planteó Hiddink en su debut en casa un partido valiente y logró réditos: zanjó el mes de sequía del Betis, lo aupó cinco puestos en la tabla y, de regalo a Van Gaal por su centenar de partidos con el Barça, acabó con los 18 años de imbatibilidad azulgrana en el feudo verdiblanco.

BETIS 2-BARCELONA 1

Betis: Prats; Crosa, Bornes, Vidakovic, Filipescu; Ito, Merino, Karhan, Denilson (Cuéllar, m. 70); Alfonso (Benjamín, m. 92) y Oli (Gálvez, m. 57)

Barcelona: Arnau; Reiziger, Abelardo (Dani, m. 65), Bogarde, Zenden; Luis Enrique, Xavi (Ronald de Boer, m. 57), Cocu (Litmanen, m. 76); Figo, Kluivert y Rivaldo.

Goles: 1-0. M. 7. Ito recoge un rechace de la defensa azulgrana y empalma un derechazo cruzado.

2-0. M. 78. Alfonso recibe de Cuéllar, quiebra dos veces a Bogarde y bate a Arnau de un potente zurdazo cruzado.

2-1. M. 86. Kluivert empuja un balón tras rebotar éste en el larguero.

Árbitro: Manuel Enrique Mejuto González (colegio asturiano). Expulsó a Karhan, por doble amonestación (m. 17 y 51). Amonestó a Zenden, Cocu, Oli, Filipescu y Kluivert.

Estadio Manuel Ruiz de Lopera. Algo más de 50.000 espectadores. En el palco, entre otros, estuvo Manuel Chaves, presidente de la Junta de Andalucia.

Con un hombre menos todo el segundo tiempo, tras la injusta expulsión de Karhan, Hiddink mantuvo a tres hombres en ataque. Trató de igual a igual a un equipo que llegaba sin definirse, aún con la incertidumbre de saber qué Barça llegaba a Sevilla; el de su paupérrima actuación la pasada jornada frente al Alavés o el de su paseo triunfal por El Sadar en Copa. Por lo visto ayer, fue una extraña mezcolanza de ambos, un equipo que tan pronto funcionaba de forma espasmódica -las rápidas contras que salían de Zenden, conducían Rivaldo o Luis Enrique para gozo de Figo o Kluivert-, como se venía abajo engullido por el efectivo triángulo que, con criterio, dispuso Hiddink en el centro del campo. Ito, Karhan y Merino acamparon desde el inicio en la medular y de Xavi y Cocu nunca más se supo. Este inédito trío hizo y deshizo a su antojo, destacando en su faceta destructora que abocó al Barça a abusar en exceso de las bandas. Sin embargo, allí encontró el rival la vía de escape del Betis: al argentino Crosa, dubitativo y tembloroso ante la presencia de Rivaldo, primero, y Figo, después. Por la débil banda de Crosa probó una y otra vez Figo en los primeros instantes del partido.

Tres córners consecutivos botó el portugués y todos con peligro: Kluivert acaració el gol en el tercero al cabecear alto. Tras la andanada inicial del Barcelona, el Betis tomó el relevo. Y lo hizo a través de Denilson, que ayer, por primera vez en mucho tiempo, suscitó el unánime reconocimiento de la grada. Aburrió el brasileño a Zenden con su amplio repertorio y éste, como todos, le cortó por lo sano. Denilson colgó un balón que rechazó el muro azulgrana para que Ito empalmara un derechazo cruzado ante el tapado Arnau. El extremeño añadió otra muesca a su bota esta temporada ante un grande como ya hiciera con el gol que le dio la victoria a su equipo ante el Madrid y los dos que se llevó a casa el Athletic.

El Betis devolvió raudo el campo y el balón al Barcelona: era su turno de desgaste. Pero el Barça estaba incómodo con él. Abusó del balonazo largo y sólo cuando Kluivert intensificó sus bajadas el atorado e inoperante centro del campo azulgrana se desahogó. Fue entonces cuando al Betis se le cortó la respiración. De la calidad y elegancia de Figo nacieron dos ocasiones que Prats, inconmensurable, despejó al vuelo con los puños. Pero el portugués aún tenía una en la recámara: un balón cruzado de Zenden lo estrelló Figo de cabeza al palo. Una doble pared de Alfonso con Denilson y el fallo de Oli solo ante Arnau fue la réplica del Betis antes del descanso.

Con un hombre menos y sin variar un ápice su planteamiento del partido, al Betis le tocó sufrir, y mucho, durante la segunda parte. La entrada de Ronald de Boer por Xavi y el refuerzo de Dani en ataque permitió al Barça adelantar sus líneas y jugar con cierto desahogo. El Betis, ordenado, se dispuso a aguantar el chaparrón. Rivaldo, Figo, y después Kluivert -que estrelló el balón en el larguero- desaprovecharon el tiempo de asueto que les concedió el Betis, encerrado para defender su renta.

Pero la avalancha azulgrana duró lo que Alfonso -esforzado pero sin tino- tardó en hacerse notar: el madrileño corrió a asistir a Cuéllar, sentó a Bogarde tras quebrarle por dos veces la cintura, se acomodó el balón en su pierna izquierda y, frío, esperó a que Arnau se moviera en falso para cruzar el balón ajustado al palo derecho. Poco después, Kluivert dejó de carambola el primer gol azulgrana, pero esto, junto al balón al palo de Figo y el suyo al larguero, sólo servirá para que Van Gaal, como ante el Alavés, tenga una coartada.

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