Campaña en el campus de Vera La Politécnica tiene una cita el viernes con las elecciones a rector más disputadas desde 1986. Programa, programa Los candidatos a rector proponen cambios de desigual calado

Tres candidatos a rector: tres estilos. El campus de la Universidad Politécnica de Valencia, en el camino de Vera, vive inmerso en un proceso de cambios acelerados desde que el pasado 19 de enero Justo Nieto rompiera su silencio sobre sus aspiraciones a dirigir de nuevo una institución que gobierna desde hace 14 años y presentara su candidatura a las elecciones del próximo viernes. Este catedrático de Industriales ha sido el rector de esta universidad desde que se estrenó la etapa estatutaria. Desde entonces, su estilo "presidencialista" le ha permitido gobernar sin una oposición articulada hasta las elecciones de 1996, en las que los 242 votos en blanco promovidos por los profesores aglutinados en el Grup 32 precipitaron el inicio de una etapa de "relevo pactado", dirigida por él mismo, que se truncó en noviembre pasado al anunciar su intención de presentarse por quinta vez, seguido de la drástica destitución de cinco de los seis vicerrectores que habían formado parte de su equipo.El apoyo incondicional de los destituidos al que ha sido vicerrector de Economía de Nieto durante siete años, Pedro Miguel Sosa, fue decisivo y agrandó la brecha que, en la práctica, se abría entre dos generaciones con una década de diferencia. Sosa es un ingeniero de Caminos conocido por su talante "discreto" y "dialogante", ha participado en la gestación del Plan Plurianual de Financiación diseñado con las otras universidades, que ha logrado que la Generalitat aproxime el techo de la inversión pública en enseñanza superior al 1% del PIB valenciano.

El tercer candidato, Enrique Cabrera, procede también de la Escuela Superior de Industriales y dirige el departamento de Mecánica de Fluidos, uno de los más potentes de la casa, con un equipo de 25 investigadores. La candidatura de este catedrático, a quien une con Nieto la afición compartida por el ciclismo, ha añadido más complejidad y dinamismo a una campaña que nació marcada con el signo de la ruptura. Único valencianohablante de la terna, su "inexperiencia" en la gestión universitaria se compensa por la "frescura" que incorpora a la contienda.

El viernes, cerca de 700 profesores, alumnos y representantes del Personal de Administración y Servicios (PAS), elegirán el modelo de dirección y gestión con el que desean que un campus de 35.000 alumnos y 24.000 millones de presupuesto -que lo sitúan como la tercera Politécnica española- se enfrente a los retos de un milenio marcado por la globalización y la competitividad. La segunda vuelta está casi asegurada, dado el estrecho margen de victoria que tienen los tres. Las recientes denuncias de "caza de brujas" y "compra de votos" de la oposición añaden incertidumbre al resultado electoral.

Los candidatos se juegan el voto en el cara a cara con los representantes del Claustro, pero no han olvidado redactar exhaustivos programas. Estas son algunas de sus propuestas destacadas:

Rectorado 2000. Es el lema del programa de Enrique Cabrera, rematado con el subtítulo Porque hay que renovar. El documento presenta como principal oferta electoral la construcción de un "modelo de Universidad" que defina las estructuras y ordene el funcionamiento interno, ya que considera que la Politécnica ha crecido de modo incontrolado en los últimos años, "sin un modelo definido que orientara el proceso". Otra oferta clave es un plan estratégico vinculado "a la generación y transmisión del saber"

Dicho modelo, que se concretará en un documento elaborado por comités de expertos, será aprobado mediante "sufragio general ponderado" por los estamentos universitarios. Es, precisamente, otra de las propuestas estrella de esta candidatura: el voto universal (ponderado) para grandes decisiones como la elección de rector o la reforma de estatutos. También se propone reduccir los miembros del Claustro y la Junta de Gobierno.

El cambio con garantías. Bajo este lema, el programa de Pedro Miguel Sosa defiende un "modelo de universidad abierta a la sociedad, comprometida con los estudiantes, participativa, motivadora, con valores, que reconoce la diversidad como fuente de innovación y progreso, y que está preparada para afrontar el futuro con garantías".

Sitúa entre los principales problemas de la Politécnica su sistema de gobierno, en torno al cual propone la elaboración de un Libro Blanco, "donde se tratará específicamente la estructura organizativa y las competencias de centros, departamentos e institutos". Defiende también un modelo de dirección estratégica que sea "capaz de orientar el esfuerzo de todos hacia la consecución de los objetivos que se establezcan en el sistema universitario valenciano para esta universidad", lo que permitiría "una financiación anual adicional de 2.400 millones de pesetas". En este marco, avanza la elaboración de un documento de planificación estratégica y un nuevo sistema de asignación de recursos.

Una universidad modelo para el siglo XXI. La columna vertebral del programa de Justo Nieto es el cambio en la estructura del rectorado. Los nombres de los nuevos vicerrectorados revelan, en parte, aquello que se quiere potenciar. Se crea el de Empleo, para "explorar todas las oportunidades al respecto"; el de Intercambio Académico, "para diseñar programas de intercambio para alumnos y profesores", o el de Tercer Ciclo, para "ayudar a los profesores en la realización de su tesis doctoral, impulsar la captación de alumnos extranjeros y explorar todas las posibilidades del Diploma de Estudios Avanzados". Otros vicerrectorados específicos de nueva creación son el de Promoción Lingüística, el llamado Universidad Politécnica Abierta y el de Planificación, Calidad y Prospectiva. Asimismo, se propone un nuevo vicerrectorado para gestión de la Fundación Universidad Politécnica, a la que se pretende adscribir la actividad desarrollada fuera de España o el programa Ideas, entre otros.