Baqueira es la excepción en Lleida

La situación en las seis estaciones de esquí alpino de Lleida no es uniforme. Aquellas que tienen sus pistas orientadas hacia el norte, como Baqueira-Beret, Tavascan y Port Ainé, son las menos perjudicadas, aunque si no nieva en las próximas fechas, ninguna de ellas puede garantizar que haya nieve en sus pistas para esquiar hasta Semana Santa. Baqueira-Beret es una excepción. La estación aranesa todavía mantiene todas las instalaciones abiertas y puede ofrecer a sus clientes unos espesores que oscilan entre 65 y 145 centímetros de nieve de buena calidad.

Baqueira no ha pasado ningún momento crítico por falta de nieve y ha logrado mantener hasta el momento un buen nivel de ocupación, especialmente los fines de semana. En esta estación no ha nevado de forma copiosa desde el día de Reyes, pero ello no se ha notado porque dispone de 462 cañones para fabricación de nieve artificial.

"Hasta el 20 de marzo tenemos garantizada la clientela gracias a las vacaciones escolares del sur de Francia, a la semana blanca de los colegios y a las Fallas", señaló ayer Roberto Buil, portavoz de la estación aranesa.

Pero otras estaciones viven la crisis. Boí-Taüll, con un tercio de las pistas cerradas y unos espesores de nieve que no superan los 50 centímetros. Port Ainé y Espot Esquí están en similar situación. La primera tiene 35 kilómetros esquiables y cuatro pistas cerradas. La segunda sólo tiene en funcionamiento 18 de las 32 pistas. "Hasta ahora estamos aguantando bien gracias a la nieve artificial, pero no sabemos cuánto durará esta situación. Si nevara ahora, sería ideal y tendríamos asegurada la temporada", manifestó Josep Messegué, propietario de Port Ainé.

Tavascan, el complejo más pequeño de todos, tiene 120 centímetros de nieve. Port del Comte (Solsonès), que estrenó la temporada el pasado 29 de enero, funciona bajo mínimos por falta de nieve.

Pero esta falta de nieve no ha afectado al sector hostelero, que en enero ha registrado una ocupación media del 45'7%.