_
_
_
_
_

El nuevo banco demanda más contención salarial y reformas estructurales González alaba el modelo económico español y pide condiciones fiscales más restrictivas

"España es un modelo a seguir, pero...". El copresidente del Banco Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA), Francisco González, alabó ayer los triunfos de la política económica del Gobierno y destacó el reconocimiento general por la situación de la economía española. Sin embargo, las vanaglorias no impidieron a González aconsejar al Gobierno poner en marcha un nuevo programa de estabilidad para avanzar en las reformas estructurales, en la contención salarial y que incluya unas condiciones fiscales más restrictivas.

Francisco González, que va consiguiendo poco a poco dejar las iniciales FG por las que se dio a conocer, fue el encargado ayer de lanzar los mensajes políticos. Se mostró sobrio al mando de las nuevas riendas que tiene en sus manos (de momento compartidas con Emilio Ybarra) y en una plaza hasta ahora desconocida para el banquero gallego. Se mantuvo dentro de las tesis más liberales y, en ese sentido, solicitó moderación salarial y reforma del mercado de trabajo. Ambos elementos, a su entender, son claves para garantizar la competitividad de las empresas españolas cuando se produzca "la esperada apreciación del euro". Recalcó que la reforma laboral de 1997 no es suficiente y que debe ser "profundizada para acometer con éxito los desafíos que tiene la economía española en el nuevo siglo: aquéllos derivados de la convergencia real [con Europa], del envejecimiento demográfico y de la aparición de las nuevas tecnologías".

Tras señalar que el Programa de Estabilidad español fue "modélico para los estándares europeos", lamentó el repunte de la inflación en la segunda parte de 1999. "Dicho repunte, producto de unas condiciones monetarias fijadas por el Banco Central Europeo, que resultan muy relajadas para la demanda nacional española, se vio agravado por la subida del precio de la energía y la debilidad del euro". Pero haber encontrado estas justificaciones no impidió al presidente de la entidad financiera vasca pedir que se intensiquen las "reformas estructurales emprendidas en los últimos años".

La receta de González contra el alza de la inflación es aplicar, junto a las reformas estructurales, medidas fiscales más restrictivas. "No se debe desaprovechar la oportunidad de utilizar la inflación de la zona euro como referencia para la negociación salarial y en el diseño de la política presupuestaria", advirtió como última lección al Gobierno actual o al que salga de las elecciones, ya que en ningún momento personalizó ni sus críticas ni sus propuestas.

En esta línea de proponer ortodoxia y firmes ajustes no se quiso olvidar de las pensiones. Indicó que el Pacto de Toledo, que debe ser renovado este año, tiene que abarcar "un horizonte temporal más amplio y tener en consideración las perspectivas demográficas de las últimas décadas".

La última gran carencia que presentó el copresidente del BBVA es la escasa inversión en investigación y desarrollo (I+D). "Se está realizando un importante esfuerzo, que favorece las ganancias de productividad en la economía y permite avanzar en el proceso de convergencia real con Europa. Pero a pesar del esfuerzo realizado, todavía mantenemos un importante desfase en inversión en I+D sobre el PIB respecto a los países más desarrollados, que triplican nuestro porcentaje", afirmo González. Este reproche se lo hizo también al conjunto de la sociedada europea.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_