Paisajes desnudos
Raquel Fábregas expone las distintas etapas de su obra en el Círculo de Bellas Artes
Desnudos, retratos, paisajes y árboles que algún día quitaron el sueño a Rafael Alberti -según un poema que el poeta le dedicó- forman parte del universo de la pintora Raquel Fábregas, que se expone en el Círculo de Bellas Artes hasta el próximo 2 de marzo.El palacio de El Escorial, un retrato del rey Juan Carlos en el palacio de La Granja, Toledo visto desde el cigarral de Gregorio Marañón -donde solía pasar largas temporadas-, un retrato del ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, o el mar apreciado desde la cubierta de un yate constituyen parte de esta exposición, en la que predomina el dibujo mezclado con el óleo.
"Mis dos formas de expresión han sido la música y la pintura, pero es muy difícil componer", asegura esta pintora madrileña, quien, durante su etapa musical, estuvo unida sentimentalmente al pianista Antonio Baciero. "Me movía en un mundo muy profesional de la música; pero cuando terminé la carrera de piano y guitarra, la dejé y sentí la necesidad de expresarme a través de la pintura".
Fue entonces cuando ingresó en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando de Madrid. Al término de la carrera viajó a Alemania, donde los paisajes fríos y sombríos influyeron en su pintura, en lo que ella llama su etapa alemana, "una época de reflexión interior", según la define Fábregas.
Otra de sus etapas se nutre de Roma, donde se encuentra con el poeta Rafael Alberti, quien le causó, afirma, un gran impacto. "Para mí fue muy importante. Alberti vino a mi exposición y le hizo un bello poema a la obra. Surgió una buena amistad. En varias ocasiones cené con él y Rosa León en el Trastévere", morada de la familia Alberti en la Ciudad Eterna.
La influencia más reciente en la pintura de Fábregas es el mar, el cual puede observar desde lo alto de una montaña en su casa de San Juan, en Alicante, lo que le permite conjugar su interés por la altura y por el agua. "El mar me interesa tanto como la montaña. Lo veo como un paisaje más". Pero también puede sentirlo de cerca, desde un yate en el que pasa algunas temporadas. "Veo el mar con optimismo. No con la melancolía con la que se puede ver. Estar flotando encima de él, vivir ahí, es una sensación especial. Es una expresión estética muy profunda", dice Fábregas, que ha seguido en barco, con motivo del quinto centenario de la conquista de América, la ruta Quetzal, con Miguel de la Quadra al timón.
El cuerpo humano también es parte de su mundo. "Una mujer tirada es como una montaña".
Unida actualmente al diputado por Murcia del PP Luis Gámir, Fábregas explica su gusto por el retrato. "No es que me guste retratar gente del poder, me gusta el retrato en general, sea de un político o un niño. Me divierte".
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