Solari se suma a la larga nómina de capitanes del Atlético

Santiago Solari fue capitán del Atlético durante 19 minutos frente al Zaragoza, coincidiendo con uno de sus momentos de mayor efervescencia futbolística. Kiko le cedió el brazalete cuando Ranieri le mandó al banquillo y, ante la negativa de Santi y Molina a recibirlo, se lo ató al brazo izquierdo. El argentino justificó a sus compañeros, después del partido: "Molina hizo bien, porque yo estaba muy lejos. No había que distraerse en medio del partido".Solari, que sólo lleva un año en el club, vio con incredulidad cómo el vestuario trataba el brazalete de capitán como una cuestión fundamental. Primero, el técnico Radomir Antic se lo impuso a Santi, un jugador del agrado del técnico serbio para asumir ese cargo. Al ser destituido Antic, Santi continuó llevando el brazalete. Hasta que el pasado 24 de enero, Kiko, que reaparecía en el Calderón después de un año lesionado, se puso el brazalete previo debate entre los jugadores más veteranos, según explicó el jerezano ese día: "Por orden de antigüedad en el club, que es el criterio que siempre se ha aplicado, los capitanes somos Toni, López y yo".

Kiko no mencionó ni a Molina ni a Santi. Pero, fichados por el Atlético en 1995, eran los más antiguos en el terreno de juego cuando el domingo, frente al Zaragoza, Ranieri hizo salir a Kiko. Solari se terminó ajustando el brazalete y asumió con entusiasmo las tareas propias del responsable: discutiendo con el árbitro, llevando adelante el juego de ataque. Se vació en esos 19 minutos. Ante una situación delicada como la que vive el Atlético, el suyo pretendió ser un candoroso gesto de esperanza en el juego: "En el fútbol se concede demasiada seriedad a cosas que no son tan importantes. Para mí es más valioso el gesto técnico, el detalle. Como cuando recibí el balón de espaldas y me fuí de la marca [con el brazalete de capitán] con un taconazo. ¿Quién era ese jugador? ¡Yo no lo ví!".