La Delegación intensificará el control a locales de venta de armas
El homicidio de Carlos Blanco Monreal, de 26 años, el pasado viernes en una discoteca de Alcalá de Henares de una cuchillada en el corazón ha vuelto a poner sobre la mesa el problema de la venta y posesión de armas blancas. La Delegación del Gobierno aprobó ayer, tras mantener una reunión con representantes de las tres administraciones, intensificar los controles a las tiendas que vendan navajas y cuchillos. El delegado, Pedro Núñez Morgades, anunció que se les aplicará el artículo 563 del Código Penal, que prevé condenas de uno a tres años de cárcel. En 1999 se inspeccionaron 1.200 tiendas en la región y se incoaron 3.648 expedientes sancionadores.En la reunión también se acordó intensificar las llamadas operaciones búho y luna, consistentes en controles policiales durante los fines de semana en las zonas de copas para requisar las armas que llevan los jóvenes
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