Francia vive su primera gran huelga de la sanidad pública en los últimos veinte años
El continuo recorte de medios y personal une al personal hospitalario en la protesta
Un pequeño terremoto sacudió ayer la sanidad pública francesa. Por primera vez en veinte años, médicos, enfermeros y demás personal sanitario se unieron y salieron a la calle "en defensa de los hospitales públicos". Como detonantes del conflicto, de un acusado tono sindicalista, han actuado tanto la última epidemia de gripe -que destapó las flaquezas de la red asisten-cial- como la presión presupuestaria y el recorte de medios que sufre el sistema sanitario francés, que en diez años ha perdido el 11% de camas. La ministra de Sanidad, Martine Aubry, evitó descalificar la protesta (secundada por el 20% del personal hospitalario), pero defendió las bondades presupuestarias de su Gobierno.
El sector más insatisfecho de la sanidad pública francesa se manifestó ayer en la calle. Unas 15.000 personas en París (8.000, según la policía), 1.000 en Lille, 5.000 en Toulouse, 2.500 en Rennes y 1.600 en Lyon exhibieron pancartas contra "un hospital que vive gracias a transfusiones", que se ha convertido "en pudridero" y que no acepta "la medicina contable". El movimiento, promovido por los sindicatos, fue interpretado como "un grito de alarma" por parte de Bernard Thibault, secretario general de la CGT, uno de los sindicatos más poderosos de Francia. El sindicalista criticó que "las reestructuraciones sean sinónimo de economías, de supresión de camas y de cierre de centros".Inflación y gasto
Martine Aubry, la ministra responsable de la sanidad pública y de sus 681.332 funcionarios, no negó validez a las razones de los manifestantes, pero recordó: "Hasta 1997, los presupuestos de los hospitales aumentaban en un 0,3% anual, mientras que desde que estamos en el Gobierno la progresión es del orden del 1,5% cada año, es decir, por encima de la inflación". Palabras que Aubry remachó con la siguiente invectiva a la oposición: "La gente que gobernaba antes y que ahora grita junto a los manifestantes son las que asfixiaron los hospitales antes de que nosotros llegásemos".
En la actualidad, el Gobierno francés, formado por una coalición de izquierdas liderada por los socialistas, intenta desarrollar una política hospitalaria basada en dos grandes ejes: la redestribución de medios hacia las regiones peor dotadas y la evaluación de la calidad de la atención médica. Por ejemplo, los hospitales que no pueden garantizar un mínimo de 300 partos anuales han sido estimados inseguros para seguir realizándolos o en las localidades en que había servicios duplicados en hospitales vecinos se ha cerrado uno de los dos.
Las manifestaciones de ayer eran la culminación de una semana de actos de protesta parciales. Ayer se considera que alrededor del 20% del personal hospitalario participó en el movimiento. El próximo 2 de febrero, Martine Aubry se reunirá con los representantes de las federaciones de la salud, y el día 8, con los de los médicos.
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