"Los Beatles me llevaron a la poesía"
Carlos Álvarez-Ude es un hombre dotado de una curiosa energía. No se trata de energía potencial, sino más bien cinética: moviliza una simpatía amigable y cómplice con palabras rotundas, sinceridad llana y juicios socarrones. Nacido en Madrid hace 46 años, criado junto al Retiro y estudiado en un colegio de curas, un buen día decidió matricularse en Filosofía y Letras. Cuando cursaba tercero de carrera hizo realidad su deseo de comenzar a vivir; entonces, colgó los libros y entró a colaborar en una revista, Ínsula, arrecife de la cultura hispánica no imperial en las duras postrimerías del franquismo. En esta revista, de la que hoy es editor, ha permanecido 26 años. Sus amigos dicen que Carlos Álvarez-Ude, en Madrid, es uno de los que más saben de poesía.Pregunta. ¿De dónde arranca su pasión por la poesía?
Respuesta. De los Beatles.
P. ¿De alguna letra de canciones del tipo de Please, please me..?
R. Sí. Cuando aún era un niño, en un intercambio llegó a mi casa un chico inglés, David; él nos anunció la buena nueva que llegaba...
P. ¿Qué llegaba?
R. El cambio del mundo.
P. ¿En verdad cambió tanto?
R. Claro que sí. Además, yo tenía una vecina cuya visión frente a mi ventana me hacía elevarme a las estrellas.
P. No sería Lucy in the sky with diamonds, ¿verdad?
R. No creo.
P. ¿Se considera poeta o más bien estudioso de la poesía?
R. Tengo la suerte de entenderla, de saber leerla. Eso es lo mío.
P. Como conocedor de los poetas, ¿a qué cree que deben su impulso creador: a un déficit, una añoranza o, por el contrario, a un exceso de vitalidad sintiente?
R. Antes pensaba que sí lo sabía. Hoy ya no lo sé bien.
P. ¿Qué pensaba?
R. Que obedecía a una falta, a una pérdida...
P. Y hoy ¿qué cree?
R. El que exista gente capaz de escribir y otra gente que sea capaz de entenderlo es verdaderamente genial.
P. Vivimos una época de descrédito del tiempo, de la palabra y de la memoria. ¿Qué hacen los poetas?
R. Poco. Muy poco.
P. ¿Qué cabe hacer?
R. No me considero quién para decirlo... Pero deseo recordar una frase del poeta Antonio Gamoneda que puede explicarlo bien: me encuentro perfectamente instalado en la confusión. Eso me pasa a mí.
P. ¿Qué dice la poesía sobre la informatización de la vida cotidiana?
R. Podrá decir muchas cosas, pero no dice nada.
P. ¿Corremos el riesgo de que la palabra desaparezca?
R. Qué va. La palabra nos nombra. Ya no seríamos hombres, sino otra cosa.
P. ¿Cabe transmitir la vivencia poética?
R. No tengo la capacidad de hacer que los demás amen la literatura, pero puedo transmitirles mi amor por ella.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.