El cortejo nocturno

Lo del apellido ibérico no es una simple anécdota en nuestro protagonista, es el fiel reflejo de que nuestra península es su único y fascinante hogar. Un extraño anfibio que recuerda a una especie de rana de considerable delgadez, dotado de patas y cola en los ejemplares adultos.Antes, mucha gente de los campos conocía a los tritones con relativa facilidad, ahora son pocos los que lo identifican. Además, se suele observar como un animal primitivo y extraño. No se trata de una especie peligrosa ante la que debamos distanciarnos; es simplemente un animal que vive en el medio acuático, en fuentes, pequeños cursos de agua o charcas estancadas y que se alimenta de invertebrados, insectos y larvas.

Entre Aroche y Rosal de la Frontera, en el Norte de la provincia de Huelva, hay fuentes que esconden ejemplares de este singular anfibio que anda atareado en conquistar a su pareja para proceder al laborioso cortejo en el que la noche forma parte indispensable de la escena. El comienzo de la puesta dura varios meses, fijando la hembra los huevos, de uno en uno, en las hojas de las plantas acuáticas. Este pequeño animal, que raramente mide más de nueve centímetros de largo, vive todavía de forma testimonial para indicar que las aguas en las que se encuentra tienen, por lo general, buenas condiciones.