IU rechaza retirarse en 34 provincias, pero propone al PSOE negociar "otras fórmulas"
La presidencia federal de Izquierda Unida decidió ayer por unanimidad otorgar a su candidato a La Moncloa, Francisco Frutos, plena potestad para negociar de inmediato con Joaquín Almunia, el líder socialista, un pacto para las próximas elecciones. IU rechaza retirar sus listas en 34 provincias, como pide el PSOE, pero acepta negociar "fórmulas alternativas". La mayoría de los dirigentes de IU interpretaron que esto equivale a proponer al PSOE una coalición electoral, algo que Frutos barajó pero no llegó a ofrecer en firme ante las serias discrepancias que provoca en la federación de izquierdas.
La dirección de la coalición enviará hoy mismo una carta al secretario general de los socialistas para fijar una reunión inmediata, hoy o mañana, y sentarse a negociar. La misiva dejará claro que para IU no es aceptable la retirada de sus listas en las 34 provincias donde nunca ha obtenido representación, pero sí es posible debatir esas "otras fórmulas", que irían desde un simple manifiesto conjunto a la coalición electoral. Almunia, que se encontraba ayer en Londres para entrevistarse con el primer ministro británico, Tony Blair, reiteró -antes de conocer el resultado de la reunión de la dirección de IU- que su oferta a la federación de izquierdas "no puede trocearse", lo que implica que no puede reconvertirse en una coalición electoral u otra modalidad de listas compartidas.En cualquier caso, por primera vez en mucho tiempo la presidencia de IU refrendó por unanimidad la propuesta de dar "manos libres" a Frutos para que negocie sobre la base de un programa y partiendo de que, siempre y en cualquier caso, IU se presentará en todas las provincias españolas. No fue posible ofrecer ya desde ayer y directamente una coalición electoral con listas conjuntas en toda España, como se había barajado por la mañana en la reunión de la coordinación colegiada. A esa hora, aunque Frutos decía que no podían aceptar la retirada en 34 provincias, dejaba caer una propuesta alternativa y de rango superior: "Otra cosa sería que nos hubieran ofrecido un pacto para toda España".
Diferencias
Sin embargo, a lo largo de la tarde fue diluyéndose la posibilidad de una coalición, ya que la mera idea levantaba ampollas en el seno de la federación de izquierdas. Especialmente reacios se mostraban los representantes del sector andaluz, liderados por el portavoz parlamentario de IU, Felipe Alcaraz, que se oponían argumentando que no hay tiempo para una propuesta semejante. El plazo para anunciar las coaliciones electorales termina pasado mañana, viernes, por lo que los dirigentes andaluces de IU están convencidos de que, una vez hecha la oferta, el PSOE la rechazaría y todo quedaría en agua de borrajas. Aunque a esa misma hora Frutos decía que "en 96 horas en política se pueden hacer milagros", al final se impuso el criterio de que era mejor escenificar la unidad total de IU aunque para ello hubiera que jugar menos "a la ofensiva", según uno de los miembros de la presidencia federal.
De todas formas, como se ha concedido libertad total al candidato para que negocie, Frutos no descartaba ayer que dentro de la negociación se pudiera proponer esa coalición electoral, pero después de haber alcanzado algún tipo de acuerdo programático de envergadura.
En todo caso, lo que si tenían muy claro ayer todos los dirigentes de Izquierda Unida, y en eso se basó especialmente la unanimidad, es que no se podía responder con una negativa tajante a la propuesta socialista porque eso provocaría que esta fuerza quedara para siempre como la culpable de haber impedido un acuerdo entre la izquierda para intentar derrotar a la derecha en las urnas.
Lo que temen los dirigentes de la federación de izquierdas, como demostraron ayer en la mayoría de sus intervenciones, es que los socialistas han hecho esta propuesta sin una verdadera intención de llegar a un pacto. La estrategia del PSOE sería la de poner unas condiciones inaceptables para IU y sacar tajada electoral de la negativa de la federación de izquierdas. Por eso ayer, en contra de lo que sucedió el día anterior cuando múltiples dirigentes, especialmente del sector andaluz, criticaron abiertamente la propuesta, hubo unanimidad en que había que actuar "con inteligencia" y no rechazar de plano la oferta socialista. Incluso el Pasoc, que había sido muy crítico, mostró, a través de Alonso Puerta, su total apoyo a Frutos para que negocie y dijo que "no hay que pedir lo imposible sino hacer lo posible".
Refuerzo para Frutos
El candidato Francisco Frutos salió muy reforzado en todo caso, porque nadie cuestionó su autoridad para negociar y todos los dirigentes cerraron filas en torno a él como la persona adecuada para dirigir el proceso de negociación de manera totalmente autónoma.
Frutos compareció al final de la reunión para aclarar, que, aunque hay discrepancias importantes con el PSOE y el posible pacto se complica porque se ha ofrecido a escasos días del cierre de las candidaturas, "sería interesante hacer un acuerdo político" con el que se pudiera explicar al electorado las propuestas que ambas fuerzas se comprometen a llevar a cabo si son capaces de formar Gobierno sumando los diputados que obtengan presentándose con listas separadas. Eso es lo que en Izquierda Unida entienden como un pacto "a la francesa", porque descartan de plano retirarse en esas 34 provincias en las que se lo ha solicitado el PSOE.
Los puntos del desacuerdo
Francisco Frutos se encargó ayer de resaltar que, además de la exigencia de que IU retire su candidatura en 34 provincias, existen al menos otros cuatro puntos que están dentro de la carta enviada por Joaquín Almunia y que son totalmente inaceptables o al menos claramente mejorables.El más evidente es el "mantenimiento de los compromisos en materia de política exterior y de seguridad" que exige el PSOE. "IU no va a aceptar la OTAN", dijo ayer Frutos, tras recordar que la coalición había excluido este asunto en sus relaciones con el PSOE porque sabía que provocaba discrepancias muy graves.
También está la defensa del Pacto de Estabilidad, que exige el control del déficit, algo inasumible para la política económica de intervención en el mercado que defiende IU.
En política fiscal, Frutos acusó al candidato socialista a la presidencia del Gobierno de querer manetener la contarreforma que ha hecho el PP y que, según él, beneficia a las rentas más altas. Y por último, en cuanto al conflicto del País Vasco, IU exige que en las negociaciones se deben tratar puntos que recoge el acuerdo de Ajuria Enea y que no vienen en la carta de Almunia. Aunque no lo citó, se refería el candidato de IU al punto 10 de este acuerdo, que establece el diálogo entre todas las formaciones políticas, incluida HB, sin excluir ningún asunto cuando se de una ausencia total de violencia.
En cuanto a los temas en los que se podrían encontrar más similitudes, Frutos citó la defensa de un empleo de calidad, la abolición de las empresas de trabajo temporal (ETT) y el desarrollo del Título VIII de la Constitución en la vía del federalismo marcado por Pascual Maragall, jefe de la oposición socialista en Cataluña.
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