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Crítica:JULIO A. MÁÑEZ CRÍTICA TEATRO
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Humor con humor se paga

El barbero de SevillaDe Sterbini y Rossini, en adaptación de El Tricicle. Intérpretes, Rafael Coloma, Marta de Castro, Jacinto de Antonio, Miguel Sola, Rafael Lledó, Enrique del Portal. Dirección escénica, Francisco Plaza. Teatro Olympia. Valencia, 20 de enero.Una adaptación repleta de humor blanco, con sus anacronismos a lo Richard Lester de Golfus de Roma, pero con mucha menos imaginación, y un intento no del todo afortunado de acercar la ópera, aún la cómica, al gran público, son las notas principales de un espectáculo que no derrocha medios precisamente a la hora de ganarse el favor de los espectadores. Un presentador cómico sirve de justificación del intento e hilo conductor que resume los numerosos cortes en un libreto, y en partitura, al dejar el brillante juguete cómico de Sterbini y Rossini en algo menos de dos horas de duración, algo que se agradecería todavía más si el espectáculo así resumido tuviera alguna brillantez en su puesta en escena. No es así, más allá de las bromas de colegial, chuscas muchas veces, que introduce la adaptación de El Tricicle.

Así las cosas (afortunadamente no tengo que comentar en esta reseña los hallazgos vocales o musicales) todo viene a quedar como una broma entre estudiantes de secundaria que se montan su fiesta de fin de curso a cuenta de la versión de una obra clásica, sólo en apariencia menor, a manos de los alumnos más espabilados de la clase y sus bromas de aluvión (así, el conde Almaviva habrá llegado a Sevilla "en el AVE", etcétera), en medio de un regocijo de ciudad de tamaño medio en que destaca, si acaso, la ejecución de la partitura en vivo y en directo a cargo, exclusivamente, de un piano, una flauta y un contrabajo, que me parecen correctos en su enorme dificultad y muy puestos en su sitio en relación con el conjunto. Las facultades interpretativas no son el fuerte de estos cantantes, si es que lo son de alguno, y el montaje escénico viene a resultar tan plano como una bola de billar recién afeitada.

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