Aznar y Almunia se acusan de erosionar la cohesión de España para ganar el poder

Enfrascados en pleno ambiente electoral, José María Aznar y Joaquín Almunia centraron ayer sus intervenciones públicas en acusarse mutuamente de erosionar la cohesión de España para lograr el poder. Ambos se echaron en cara los pactos que sus formaciones han suscrito con partidos nacionalistas. Sin embargo, también los dos lanzaron guiños a catalanes y vascos, conscientes de que la mayoría absoluta se presenta difícil de conseguir. El presidente del Gobierno convocará hoy las elecciones para el 12 de marzo. La firma del decreto de disolución de las Cortes, que se publicará mañana en el BOE, supone el pistoletazo de salida para una campaña que se iniciará oficialmente el 25 de febrero. Pero los dos únicos candidatos con posibilidades de alcanzar La Moncloa, Aznar y Almunia, llevan semanas en plena carrera electoral. Ayer protagonizaron sendos actos en Madrid, en los se acusaron mutuamente de poner en riesgo la cohesión de España con tal de gobernar. Aznar aseguró que los socialistas están dispuestos a "relegar el valor del orden constitucional a segundo plano y ponerle sordina en estos tiempos de alianzas electorales". Se refería al pacto de los socialistas catalanes con Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) para concurrir juntos al Senado, o a los acuerdos alcanzados por el PSOE con nacionalistas gallegos y mallorquines tras las últimas elecciones municipales y autonómicas. Almunia, por su parte, dirigiéndose a CiU y al PNV, se mostró dispuesto a "integrar a los nacionalismos democráticos en el Gobierno de España, pero no a desintegrar España con tal de gobernarla, que es muy distinto". Esto último es, en su opinión, lo que ha hecho Aznar cediendo a las presiones de los nacionalistas para retener el poder.