Movida y año 2000
Todas las Navidades llegan, incluso ésta de fin de siglo, milenio y qué se sabe más, todas las Navidades nos traen buenas intenciones, que, por desgracia, sólo se quedan en eso. Y ésta no es diferente.El año 2000 ya está aquí, pero seguimos vistiéndonos con la misma ropa, pensando dónde ir este fin de año, quizás esperando que sea especial, seguimos manteniendo las relaciones de amistad o amor de la misma manera que lo hacían nuestros padres y madres, porque, a pesar del Internet, a pesar de la viagra, a pesar de las miles de maneras de comunicación que existen para individualizarnos, nuestros y nuestras jóvenes prefieren divertirse en la calle, con la tan criticada movida. Nuestros jóvenes son fruto de la educación que han recibido de esta sociedad, y eso lo olvidamos muy fácilmente.
Las chicas y chicos de hoy se han criado en la opulencia de tenerlo todo, el último modelo de juguete, las clases de inglés y karate después de clase, la televisión con miles de cadenas, el ordenador multimedia con Internet y yo no sé qué más, pero se han criado en soledad, después de todas esas actividades, siempre realizadas en lugares cerrados, la clase, la casa, su habitación, con la vida controlada para que lo tuviesen todo, después de todo eso no había nada más. Esta juventud tan preparada se ha revelado de la manera más espontánea que siempre se ha tenido, ha tomado la calle, y ahora ¿qué hacemos?
La respuesta es bien difícil, porque a mí me parece fantástico que nuestra juventud se divierta en la calle, que le den vida a nuestras ciudades, pero nadie pensó en La Movida cuando se diseñaron las ciudades, por lo tanto no habilitaron los espacios para ellos. Antaño existían urinarios públicos en todas las ciudades, en algunos sitios quedan como recuerdo, pero cerrados, evidentemente eran sólo para los hombres, porque hace no mucho la calle sólo era suya. Pero estos lugares han desaparecido, y no han sido sustituidos por otros, porque la gente dejó de hacer vida en la calle. Pero tampoco hay suficientes papeleras en lugares de movida, y claro, se molesta a la vecindad; cuando se construían las viviendas no se hacía una zona destinada a la juventud. Entonces ¿qué hacemos?
El año 2000 ha llegado, felices fiestas, justicia, igualdad, paz, amor, respeto, palabras utópicas para este principio de milenio.- Rosa Ortega García. Sevilla.
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