El Cirque du Soleil alza su carpa

La belleza, la magia y el riesgo del Cirque du Soleil empiezan a materializarse en Barcelona. La carpa del onírico mundo que conjuran los artistas del célebre colectivo canadiense comenzó a alzarse ayer en el Complejo Deportivo de la Mar Bella, donde la compañía ofrecerá a partir del próximo jueves 20 de enero su nuevo montaje Quidam, aplaudido ya por casi tres millones de espectadores. Quidam, según sus creadores es un espectáculo más intenso, dramático y personal que las anteriores producciones del Cirque du Soleil, como Alegría, presentada con gran éxito de público en la primavera de 1998 en Barcelona.

La espectacular imagen de la instalación ayer del Grand Chapiteau, la carpa central donde se desarrolla la actuación, con un diámetro de 50 metros, 17 de altura, una capacidad para 2.500 espectadores y que requiere el trabajo de 100 personas durante ocho horas para su montaje, se complementó con la noticia de que el circo prorroga sus actuaciones inicialmente previstas. Debido a la gran demanda, según la organización, la estancia del grupo en la ciudad se amplía hasta el 24 de febrero, otros 18 días más. Las instalaciones del Cirque du Soleil, incluyendo la carpa de artistas y el conjunto de la ciudad sobre ruedas -que se traslada por Europa en 52 tráilers-, cubre un área total de 20.000 metros.