Los "barones" del partido en Galicia imponen su criterio en las listas

La confección de las listas del PP gallego para las próximas elecciones, aprobadas ayer, ha vuelto a demostrar la autonomía territorial y la posición de fuerza de los barones provinciales. Pese a que el último congreso regional, celebrado el pasado octubre, fue presentado como un varapalo a las baronías, los máximos dirigentes del PP en Lugo, Francisco Cacharro Pardo, y en Ourense, José Luis Baltar, de nuevo han conseguido que prevalezcan sus criterios sobre los de la dirección en la elaboración de las candidaturas en sus respectivas provincias.El caso más llamativo es el de Cacharro, uno de los pocos dirigentes del PP gallego capaces de plantar cara a Fraga. Con motivo del último congreso regional, el PP difundió que iba a aplicar un régimen de incompatibilidades para evitar la concentración de cargos públicos e internos. Esa norma obligaba a Cacharro a elegir entre la presidencia provincial del partido y el escaño de senador que mantiene desde 1977. Cacharro se resistió desde el principio, y se ha salido con la suya: volverá a ser candidato al Senado sin abandonar la dirección provincial del partido. En Ourense, el presidente provincial, José Luis Baltar, ha renunciado a la reelección como senador pero las listas al Congreso y al Senado están copadas por hombres de su confianza.