Los capitanes del Madrid se refugian en Karanka para explicar el fracaso en Brasil

No fue Fernando Hierro, ni Raúl, tampoco Redondo. Ni siquiera Sanchis, que no jugó pero al fin y al cabo es el primer capitán del equipo. El primer futbolista obligado a dar la cara tras quedarse el Madrid fuera de la final del Mundial de clubes fue Aitor Karanka. Es el propio equipo quien designa a sus portavoces diarios. Y para la ocasión, para dar explicaciones por un partido que ha devuelto al conjunto blanco al territorio de las críticas y la desesperación, fue escogido Karanka, un defensa que no juega, que apenas actuó unos minutos en dicho encuentro ante el Raja Casablanca.

Karanka es un jugador al que jamás se le ha visto en la foto de los grandes triunfos, pero que ayer, a la vuelta de un fracaso, fue puesto en primera fila. Luego, no aclaró si por decisión personal o forzado, también compareció Guti para pedir disculpas por su expulsión. "Pero no me siento culpable en cualquier caso de que el Madrid no esté en la final", aclaró recordando que hubo más responsables del destino del equipo.En una intervención emocionada, propia de quien está sufriendo realmente, y con la voz tomada, Guti respondió de sus errores. "Mi gesto fue feo. Pido disculpas a todo el mundo por mi actitud. Pero no me siento responsable de todo. Que mi acción no fue lo mejor para el equipo lo supe a los dos minutos de cometerla. Perdí los papeles y pido disculpas. Estoy para dar la cara en los buenos y los malos momentos". El centrocampista, con todo, se confesó dolido porque tanto desde dentro como desde fuera del equipo se le señale ahora con el dedo como principal responsable del fracaso del Madrid: "Que pida perdón no quiere decir que yo sea el culpable de que el equipo no esté en la final. Yo no dejé al equipo con ocho jugadores, mi expulsión sólo fue una. No esperaba esta respuesta. Lo que pasa es que es muy fácil echarme a mí todas las culpas. Como no tengo mucha gente a favor...". Guti dejó claro que no sólo aceptaría una sanción interna del club por su expulsión, sino que considera que se la tiene que poner.

Antes del arrebato arrepentido de Guti, Karanka, el inesperado portavoz del equipo, reconoció que el vestuario se siente mal por el desenlace del primer grupo, pero apeló a la mala suerte, a que "la plaza de la final se decidió por un solo gol", para rechazar que a lo sucedido se le cuelguen palabras demasiado ruidosas. Karanka aseguró que "el Madrid dio todo lo que pudo" y que "puede irse de Brasil con la cabeza muy alta".

Tras Karanka apareció otra voz representativa del grupo: Karembeu, al que todavía le cuesta lograr que sus respuestas resulten medianamente inteligibles. Le supone casi tanto esfuerzo como adaptarse a la posición de central de la que tan malparado ha salido del Mundial de clubes. "Siempre he dicho que me gusta jugar más adelante, como centrocampista. Pero el técnico me lo ha pedido y juego. Sí tengo volumen para ocupar el puesto, pero necesito mejorar y más ayuda de mis compañeros. Cada día estoy aprendiendo un poco más de la demarcación".

El defensa francés se refirió a la facilidad con la que todos los rivales le marcan goles al Madrid como uno de los grandes problemas del equipo. "Hay que resolver esto rápidamente. Como que tenga que marcarnos goles el contrario para que sepamos reaccionar".

Lo demás del día después a la jornada de turismo con la que el Madrid se obsequió tras quedarse fuera de la final del Mundial fue un ambiente tenso y crispado, pero no más declaraciones. Lorenzo Sanz, el presidente, comió en el hotel de la plantilla, pero no hubo cruce de palabras. Todos están ansiosos porque acabe todo. Sucederá mañana, después de que Corinthians y Vasco de Gama disputen la final que pretendía el Madrid, y de que el conjunto blanco se enfrente al Necaxa por el tercer y cuarto puesto.