Desacuerdo

Hay desacuerdo entre la oficina del censo electoral y el Ayuntamiento de Madrid. Y la perjudicada es una ciudadana que siempre ha cumplido con su deber cívico de ejercitar su derecho a voto.En mi primer viaje a Chile, en pleno régimen pinochetista, estando en posición de la doble nacionalidad como medida de protección, me inscribí en el Consulado de España. Hasta el 24 de junio del 99 había votado en todas las elecciones efectuadas en España desde 1977, pero en las generales pasadas no pude hacerlo: ¡estaba borrada de los registros! Esa misma mañana, en la Oficina del Censo, me informaron de que yo estaba inscrita en el Consulado de España en Santiago de Chile, mi país de origen, para votar por correo. Allí mismo rellené el formulario de reclamación, cuya copia, debidamente sellada, le adjunto.

El 29 de julio recibí un escrito de la Oficina del Censo, comunicándome que se había dado de baja la errónea inscripción del Consulado español de Santiago, y que quedaba inscrita en el distrito03, sección 041 correspondiente a mi domicilio. No obstante, el 29 de diciembre recibo una nota del jefe del departamento de estadística del Ayuntamiento que me dice que pese a estar empadronada en el municipio ha comprobado que mi nombre no consta en el censo electoral. Fui a la Junta Municipal del Retiro, en la avenida de Menéndez Pelayo,14 -número que no figura ni en la reja exterior ni el edificio mismo- y una funcionaria me dice que si quiero ejercer mi derecho a voto, debo rellenar de nuevo el mismo formulario que cumplimenté el 24 de junio y que debo revisar las listas que publicarán en este mes de enero. ¡Curiosamente, después de cada elección, los medios de información dan cuenta del alto volumen de la abstención!

Crea usted, señor director, que hay muchas personas, dispuestas como yo, a luchar contra todas las dificultades que debe afrontar y resolver una ciudadana que quiere dar su voto a la oposición. ¿Será por eso que hay desacuerdo entre dos organismos del Estado?

Y mucho me temo que tenga que hacer más diligencias burocráticas.- Victoria Benado R. Madrid.