HB acudirá a la manifestación en la que los nacionalistas pedirán a ETA que no mate

Las asambleas de base de HB refrendaron ayer la propuesta de su Mesa Nacional y acudirán a la manifestación silenciosa convocada unilateralmente, el día 15 en Bilbao, por PNV, EA e IU para exigir a ETA que cese la violencia y a los Gobiernos de Madrid y París que respeten la voluntad de los vascos y modifiquen su política penitenciaria. Los dirigentes abertzales anunciaron, no obstante, que realizarán una "lectura propia" de la convocatoria, lo que significa que asistirán juntos pero no revueltos, o sea, con sus pancartas y lemas propios, como lo hicieron cuando ETA rompió la tregua.

Por segunda vez desde que ETA anunció la ruptura de la tregua, HB se ha visto obligada a secundar una movilización pública en la que se exige a la banda que restablezca el alto el fuego, aunque en esta ocasión también se emplaza al Gobierno a modificar su política penitenciaria y a respetar la voluntad mayoritaria de los vascos. Se trata en realidad de una defensa de los dos principios clave del Pacto de Lizarra, cuya exigencia como apoyo al proceso de paz ha sido proclamada por los demás partidos firmantes del acuerdo (PNV, EA e IU) y que ha impedido desmarcarse a HB.Tal y como anunció ayer la Mesa Nacional en un breve comunicado, sus bases acudirán, pero harán una "lectura propia" de la convocatoria, llevarán pancartas y lemas diferenciados, y, de acuerdo con su cultura movilizadora, es casi seguro que no asistirán de forma silenciosa, como había sido solicitado por los convocantes.

La decisión de acudir a la manifestación por la paz refleja el miedo del mundo radical a romper la unidad nacionalista de Lizarra. El obligado desmarque de la violencia que implica este gesto, aunque tímido, es un avance en el propósito de los nacionalistas moderados e IU de lograr un escenario político sin violencia.

La presencia de HB en las concentraciones convocadas el 3 de diciembre por el lehendakari, Juan José Ibarretxe, para exigir a ETA que mantuviera la tregua, es el precedente que ha facilitado la asistencia de HB a una movilización en la que se pide a ETA que deje de matar. En esta ocasión, sin embargo, exigirán también, junto con sus compañeros de Lizarra, a los Gobiernos de Madrid y París el respeto al ámbito vasco de decisión. La decisión, que refrendaron ayer las asambleas de base, cuestiona desde dentro a los sectores más radicales de HB, que impusieron la convocatoria unilateral de una huelga general el día 27 de enero. Una medida que no respaldaron los partidos de Lizarra y que fue fruto de las presiones de los familiares de presos.

Precisamente, la convocatoria de la huelga fue el revulsivo para que PNV, EA e IU, a la vista de la presión que la ruptura de la tregua estaba ejerciendo sobre el pacto, tomaran la iniciativa de pedir a la sociedad vasca su apoyo al proceso de paz amenazado. Su convocatoria, rechazada por PP y PSE, ha sido un órdago interno entre los nacionalistas ante el cual HB ha tenido que responder.

La decisión de EH fue considerada ayer "positiva" por la presidenta de EA, Begoña Errazti, aunque advirtió de que "si quiere defender aspectos diferentes a los de la convocatoria tendrá que hacer una protesta diferente". Por su parte, el secretario general del PP vasco, Carmelo Barrio, criticó que la manifestación sea un paso "irresponsable" del que HB saque "tajada propagandística".

El PNV decidió no pronunciarse hasta conocer en profundidad las razones que han llevado a EH a tomar esta decisión y que se harán públicas mañana, lunes, en rueda de prensa.