"El Madrid tiene ahora una mayor disposición al trabajo"

Un mes y 18 días después, tras acceder al banquillo del Madrid para suceder a Toshack y rescatar a un equipo en crisis, Vicente del Bosque, de 50 años, se siente satisfecho. Su balance (cuatro victorias, dos empates y dos derrotas) demuestra que su trabajo ha surtido cierto efecto. Ahora se encuentra en Brasil, con el complicado reto de convertir a su equipo en el primer campeón mundial de clubes de la historia. Mañana juega con el Raja de Casablanca (21.45, TVE 1).Pregunta. Pasado el tiempo suficiente para establecer comparaciones. ¿Qué diferencia al Madrid de Toshack del suyo?

Respuesta. No sé si por mi llegada, pero lo cierto es que se ha establecido una mayor tranquilidad, un mejor sentido del grupo y una actitud mejor, más predisposición al trabajo. Y el equipo también está jugando más compacto en defensa y con un fútbol bastante correcto.

P. ¿Ha tenido usted que ver en la recuperación de Anelka, en su mayor implicación?

R. El tiempo juega a nuestro favor. Anelka ha pasado un periodo de adaptación largo, difícil y poco efectivo. Y ahora el chico se está encontrando mejor, más feliz en su entorno, y eso se nota en el campo.

P. ¿Cómo interpreta que el viernes se apropiara del lanzamiento del penalti?

R. Hay que valorarlo. Un chico que ha estado huidizo y remiso a comprometerse con el equipo, tomó una decisión de riesgo.

P. Pero deja en mal lugar la organización del equipo.

R. No. No hay un lanzador oficial establecido ni lo va a haber. Hay varios especialistas, como Savio, Raúl y Hierro, que también los fallan. La decisión última de tirar un penalti es del jugador.

P. ¿Los penaltis los falla quien los tira, pero el que decide quién tira no debe ser el entrenador?

R. De ningún modo. Eso es siempre una decisión de los jugadores. Establezco unas normas, unos principios básicos en toda relación. Pero en quién tira un penalti no pierdo ni un minuto.

P. ¿Asume su condición de interino?

R. Sí.

P. ¿Y le está resultando un problema?

R. Los entrenadores son todos interinos. Vitalicios hay pocos, y tenemos muchas pruebas en esta propia casa.

P. Su experiencia en el mercado de invierno ha sido perder a Seedorf y no recibir ningún fichaje. Los inconvenientes de ser un técnico de la casa.

R. Pensamos que no necesitamos más, que nos quedamos con la plantilla que tenemos.

P. ¿Fue una decisión suya?

R. Si necesitáramos algo, el club habría sido sensible. Lo que pasa es que a veces se ficha para mejorar una plantilla, y a veces para incordiar. Hay incorporaciones que lejos de resultar beneficiosas, perjudican.P. El Madrid lleva tiempo fichando mal, a cualquier precio, sin compensar la plantilla.

R. Cada fichaje responde a una idea. Queríamos un hombre por la derecha y se fichó a McManaman; un delantero que compartiese y compitiese con Morientes, y se fichó a Anelka...

P. Y se lesionó Illgner, y resulta que no había recambio.

R. ¿Cómo que no? Fichamos a Bizzarri, un jugador de buenas condiciones, internacional argentino, en edad para aceptar el banquillo. Y estaba Casillas. Nadie repara en él, pero hace tiempo que casi nadie habla de la portería del Madrid como un problema.

P. Y está el problema de los centrales, un mal irreversible.

R. Todos nuestros centrales son solventes. Karanka, Julio César, Iván Campo, Karembeu, aunque haya quien opine que no es su puesto... Y por supuesto Hierro, un jugador extraordinario.

P. Y que está en su cuesta abajo como futbolista.

R. Con seguridad, tenemos mucho Fernando Hierro por delante. Bien conservado, delgado y capaz.

P. El caso es que 10.000 millones después, el Madrid está como estaba. Es decir, en manos de Raúl, de Hierro, de Redondo... De los mismos que antes.

R. Y de Guti, de Savio, de Míchel, de Roberto Carlos...

P. Por eso, de los que estaban antes de la inversión.

R. Bueno, hemos fichado gente muy joven que tirará del carro dentro de unos años.

P. Ha hablado de Míchel Salgado. Su relación sentimental con una hija del presidente le convierte en centro de comentarios ajenos al fútbol.

R. No, porque es una cuestión que no tiene nada que ver con el aspecto deportivo. No me preocupa nada.

P. ¿Por qué es tan inestable el banquillo del Madrid?

R. Por presiones. Llega un momento en que el entrenador se distrae del fútbol e intenta vencer a alguien. Y esa pelea se vuelve contra él. Y también, claro, por los malos resultados. Pero de aquí se han ido técnicos hasta con buenos resultados. Hay muchos medios alrededor, muchas influencias externas al club, que determinan a veces la continuidad del entrenador. Y aquel entrenador que intenta vencer a un medio, que se alía con otro, que se pone de parte de alguien, termina pagándolo. El entrenador de hoy debe tener conocimientos, un trato correcto con la plantilla y también una relación correcta con los medios informativos. Es inevitable.

P. ¿Habría preferido ahorrarse este trago de coger al primer equipo?

R. A lo mejor hace tiempo, sí. Pero en estos momentos no estoy tan disgustado. Cuando el club tomó la decisión, yo di el paso adelante con bastante firmeza. También porque creo que tengo muchos retos por delante, tanto personales como profesionales.

P. ¿Quiere decir que no descarta seguir siendo entrenador, aquí o en otro lado, en el futuro?

R. Lo que sí afirmo con rotundidad es que todavía tengo muchas cosas en la vida por las que luchar, y que ese aislamiento en un trabajo anónimo en el que he estado hasta ahora parece que juega en mi contra.

P. Se ha sentido aludido cuando se dijo que el club funciona mal desde abajo.

R. Sí, sí, mucho. Dolido y herido. Por gente que ha escrito al dictado, por personas desconocedoras de las entrañas del ámbito deportivo del club. Pero forma parte del juego. Me lo tomo con deportividad.

P. En el momento más crítico del equipo, con la grada volviéndose ya hacia el palco, la primera reacción presidencial fue recurrir a un nombre, Valdano, para arreglar el club por dentro y desde abajo.

R. El club está obligado a buscar las personas más idóneas. Otra cosa es cuestionar la estructura del club.

P. Una evidencia es que no salen jugadores de la cantera.

R. Raúl, Guti y Casillas son tres hombres importantes en un grupo de estrellas. Y probablemente si no hubiéramos traído alguno de fuera, habría más de la casa.

P. El hecho de escoger a Pirri para el puesto, un hombre que ya estaba, cuando precisamente lo que se quiere es cambiar lo que había antes, ¿no es una contradicción?

R. Pepe es una persona preparada y tiene una ventaja sobre el resto. No es entrenador. Así el que venga no verá nunca la sombra a su lado de que le pueda perjudicar.