Huida de China de un líder lama

El Karmapa Lama, el número tres del budismo tibetano y el único líder de esta religión reconocido tanto por el Dalai Lama como por el Gobierno chino, ha huido a India en una épica travesía por las heladas cumbres himalayas. El Gobierno chino reconoció ayer la salida del Karmapa Lama, un joven de sólo 14 años, de su retiro en el monasterio de Tsurphu, a unos 50 kilómetros de la ciudad china de Lhasa, donde vivía en medio de fortísismas medidas de seguridad. Las autoridades chinas sugieren que el joven líder tibetano ha dejado la puerta abierta para su vuelta. Pero los tibetanos anunciaron ayer que el Karmapa Lama realizó una travesía de 1.400 kilómetros por las montañas para ver al Dalai Lama, con el que se entrevistó el miércoles día 5 en Dharamsala, la ciudad india donde el líder de los budistas tibetanos está exiliado desde que se vio forzado a abandonar China. El 17º Karmapa Lama fue el primer líder tibetano que las autoridades chinas reconocieron, en 1992, cuando era sólo un niño de siete años llamado Ugyen Trinley Dorje. Pero, según los analistas, el joven estaba cada vez más insatisfecho por la imposibilidad de acceder a sus maestros religiosos en el Tíbet.

La agencia oficial de noticias china Xinhua aseguró ayer que el líder tibetano huido dejó en el monasterio de Tsurphu una carta en la que afirma que no pretende traicionar "al Estado, a la nación, al monasterio o al liderazgo", sino sólo recoger algunos instrumentos musicales y sombreros negros que utilizó en vida la anterior reencarnación del Karmapa Lama.

Los tibetanos no han facilitado datos sobre cómo se realizó la travesía a pie, durante una semana y acompañado de monjes, del joven Lama por el Himalaya. Su huida recuerda la que, en marzo de 1959, realizó el Dalai Lama acompañado de unos 100.000 seguidores, después de que, en 1951, China invadiera el Tíbet. La oficina del Dalai Lama en Nueva Delhi declinó comentar el viaje del Karmapa Lama desde China, y los expertos tibetanos no coinciden en sus explicaciones de la huida del joven. Aunque para algunos ha tomado el mismo camino que el máximo líder tibetano en 1959, para otros sólo intenta recuperar algunos símbolos cruciales que poseyó su antecesor para reforzar su liderazgo.

En todo caso, el inesperado viaje del Karmapa Lama es un motivo de preocupación para las autoridades chinas, que intentaban, con el respaldo a este joven Lama, reconducir el movimiento separatista tibetano y colocar a su frente a un líder religioso leal al régimen de Pekín.

Las autoridades chinas y el Dalai Lama intentaron lograr con el Panchen Lama (el número dos en la jerarquía del budismo tibetano) el mismo acuerdo que habían logrado con el nombramiento del Karmapa (número tres) en 1992. Pero los esfuerzos fracasaron y, en 1995, cada uno eligió a un niño diferente. El Dalai Lama designó a un pequeño, que ahora tiene 10 años y que se sospecha que, junto a su familia, está en arresto domiciliario en algún lugar de China desde su nombramiento. La opción de Pekín fue un muchacho que vive en el monasterio de Tashi Lhunpo, en la localidad de Shigatse, pero que cuenta con el rechazo de muchos tibetanos, que le consideran un farsante. Con la huida del Karmapa Lama, China ve tambalearse la mejor esperanza que tenía de sustituir de una forma aceptable para todos al Dalai Lama, de 64 años, después de su muerte.