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Del Bosque advierte contra la prepotencia

Armado con una carpeta azul bajo el brazo -un informe firmado por su ayudante Paco Jiménez sobre el Al Nassr-, herido por quien interpreta como un gesto de dejadez la poca información que posee acerca de su rival de hoy, Vicente del Bosque, el entrenador del Madrid, manifestó que un posible exceso de confianza es el mayor enemigo de su equipo en el estreno de esta noche. El conjunto blanco inaugura hoy en el estadio Morumbi de São Paulo (21.45, TVE-1) el primer Mundial de Clubes frente al modesto equipo saudí del Al Nassr.

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El Al Nassr ni siquiera llega con la ilusión de discutirle al Madrid su superioridad, simplemente con ganas de disfrutar. Del Bosque sabe de la evidente diferencia de nivel entre un equipo y otro, pero envía un contundente mensaje: "Actuar con prepotencia será la tumba". El Corinthians y el Raja Casablanca, los otros rivales del grupo del Madrid, también juegan (00.15).El Madrid respira cierta relajación. A Del Bosque se le advierte la satisfacción de quien está convencido de haber descubierto el buen camino, los jugadores viven prácticamente sus primeros días tranquilos de la temporada y sólo en los directivos, por cuestiones económicas o burocráticas, se adivina alguna que otra mueca de crispación. Transmite paz el conjunto blanco, y especialmente un hombre, Nicolas Anelka, que poco tiene que ver con el hombre seco, ausente, frío, antipático y poco comprometido dentro y fuera del campo de los últimos meses. Al francés se le ve sonreir, y con bastante frecuencia, se le ve en grupo, implicado en cuestiones de convivencia de las que antes huía, y hasta más metido de lo normal en los entrenamientos. Se desmarca, pelea y enseña gol. Parece tan integrado y feliz, tan dentro al fin del Madrid, que hay quien pronostica que éste será su torneo. Quince minutos aceptables -los que dejó ante el Espanyol- y un gol -el que anotó en el partido contra la droga- han obrado otro Anelka. "Nicolas está progresando", asegura Del Bosque.

Confiado en la progresión del equipo, esperanzado incluso en la recuperación de los futbolistas más perdidos, a Del Bosque lo que ahora le preocupa es que su equipo se vaya al otro extremo. Que pase de la depresión, la falta de autoestima y el temor a cualquier adversario a la euforia desmedida y el exceso de confianza. Por eso no cesa de repetir que el Madrid "debe ser muy respetuoso con el contrario, y más ante los desconocidos. Hay que imponer nuestra autoridad, pero siempre a partir de la humildad". En cualquier caso, el técnico madridista agradece el nuevo estado de las cosas: "Estamos en un saludable clima de serenidad,de cierta tranquilidad. Tampoco tenemos motivos para andar muy estirados, pero sí, los últimos resultados nos han dado sosiego. Y hemos marcado una línea de juego interesante, una base sobrela que trabajar. Ahora sabemos los que queremos".

Y del rival dijo más bien poco: "Es un equipo muy duro... por no emplear otro adjetivo".

Pan dopante

No es su estilo de juego lo que enciende el interés de este equipo, sino otros aspectos: un presidente miembro de la familia real, las incomodidades del Ramadán -no pueden comer ni beber de cinco de la madrugada a ocho de la noche- que sólo algunos jugadores cumplen, y, ayer, ya no por motivos religiosos, una nueva limitación alimenticia: el médico del equipo recibió el aviso de que unos panecillos del restaurante del hotel contenían una sustancia que podía dar positivo en un control antidopaje. El doctor, que dijo no haber visto jamás una cosa igual, prohibió su consumo a los futbolistas.

El Madrid jugará con un diseño muy ofensivo. Laterales de largo recorrido, centrocampistas de perfil organizador o atacante -sólo Redondo posee rasgos de contención- y en punta, ausente Morientes, con Raúl y Anelka.

Real Madrid: Iker Casillas; Míchel Salgado, Hierro, Karembeu, Roberto Carlos; Geremi, Redondo, Guti, Savio; Raúl y Anelka.

Al Nassr: Babkr; Matir, Triki, Al Janoubi, Alshokia; Saib, Amin, Hadi, Al Dhaferi; Al-Jaman y Bahja.

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