Un regalo con águila imperial

Trescientas personas, casi todas empleadas y colaboradoras de la Junta Municipal del distrito de Fuencarral-El Pardo, han recibido durante estos días un regalo de su concejal, María Nieves Sáez de Adana, con una pequeña sorpresa. La edil compró como obsequio navideño una cartera que se complementaba con unos papeles en los que se indicaba cómo distribuir los originales de los documentos oficiales del automóvil. La sorpresa fue que uno de esos papeles, en concreto el certificado de Industria, iba encabezado con el símbolo preconstitucional -el águila imperial-. "Yo fui la primera sorprendida", se defiende la concejal.Sáez de Adana recibió unos días antes de Navidad a las empresas que habitualmente suministran regalos al Ayuntamiento. "Me enseñaron varias cosas, y la cartera me pareció muy bien y el precio era muy razonable: 1.500 pesetas", explica. "Cuando aprobé su compra estaba vacía". La cartera llevaba grabada en su solapa una inscripción con el rótulo "Ayuntamiento de Madrid" y el emblema del oso y el madroño.

La concejal tenía sin abrir, encima de su mesa de trabajo, la cartera que le correspondía, aunque ya por entonces más de la mitad de las 300 personas a las que iba destinado el regalo lo habían recibido. "Cuando abrí mi paquete me quedé helada al ver aquello", confiesa. "El regalo era la cartera, pero, desde luego, la inclusión de los adornos fue todo un error". Además del emblema del águila imperial, el obsequio iba acompañado de un mapa de carreteras tan antiguo que en él ni siquiera figura la M-30 -se inauguró en 1974-.

"Sé que mucha gente intenta utilizar este error para criticarme, para sacar las cosas de su sitio, pero todo el mundo que me conoce sabe que estoy muy alejada de esas cosas y que solamente se trata de un error", añade Sáez de Adana.

La concejal, al descubrir el fallo, redactó una carta en la que pedía disculpas. Al mismo tiempo requirió explicaciones a la empresa que le suministró los regalos. "Asumieron su fallo y me pidieron excusas, aunque también me contaron que ellos no fueron los responsables finales. Al parecer, trabajan con una empresa que tiene estos supuestos documentos hechos y los meten en las carpetas a modo de simulacro. Deben de tener muchos atrasados, porque, de lo contrario, no se entiende que todavía sigan imprimiéndolos con símbolos preconstitucionales". La edil reconoce haber aprendido una lección para el próximo año. "Antes de que se envíen los regalos", advierte, "comprobaré personalmente que está todo en orden".