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La policía francesa descubre en Pau una tonelada de explosivos de ETA

Detenido en el aeropuerto de París el etarra Txiki, a quien se atribuyen 14 asesinatos

La policía francesa se incautó el viernes de una tonelada de cloratita que ETA guardaba en un garaje situado en Pau y detuvo en el aeropuerto de Roissy (Charles de Gaulle) al activista Pedro María Leguina Aurro, el histórico Kepatxo y Txiki, de 45 años, a quien la policía española implica en un total de 14 asesinatos. El etarra, que llevaba documentación falsa, fue detenido el viernes nada más descender del avión que le trasladó desde México. Los expertos policiales franceses sospechan que el detenido forma parte del grupo de activistas experimentados que la dirección de ETA ha reclamado en suelo francés con el propósito de reforzar su capacidad operativa tras la ruptura de la tregua.

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Según fuentes policiales españolas, Pedro María Leguina, sobre el que pesa una orden internacional de arresto y demanda española de extradición, ingresó en ETA en 1974 o 1975 y compartió comando y acciones terroristas con José Antonio Urrutikoetxea (Josu Ternera), Juan José Zabaleta (Waldo), Juan Lorenzo Lasa Mitxelena (Txikierdi) y Pilar Mondragón, que posteriormente ocuparon puestos de dirección en ETA. Entre los atentados que le atribuye la policía española figuran el asesinato de cuatro guardias civiles el 3 noviembre de 1980 en el bar Aizea de Zarautz (Guipúzcoa) y el de tres vecinos de Tolosa que fueron confundidos con policías y ametrallados el 21 de junio de 1981.Leguina se encuentra actualmente a disposición de la Fiscalía Antiterrorista de París, que dirige Irène Stoller. La justicia española dispone ahora de 40 días para acreditar los cargos contra él.

Horas antes del arresto, la policía francesa descubrió en Pau, capital de los Pirineos Atlánticos, un zulo de ETA que contenía un tonelada de cloratita y 100 kilos de azufre, producto utilizado habitualmente por la organización terrorista para incrementar el efecto del explosivo. El hallazgo tuvo lugar una semana después de que patrullas de la Guardia Civil interceptaran en Zaragoza dos furgonetas cargadas con cloratita enviadas precisamente para hacerlas estallar en Madrid.

Según fuentes policiales francesas, el hallazgo de Pau se produjo de forma circunstancial, como consecuencia de la denuncia formulada por la propietaria del garaje. Inquieta por el impago continuado del alquiler desde abril pasado, la mujer revisó el local y descubrió un gran número de paquetes cuyo contenido no supo reconocer pero que le infundieron sospechas. Al igual que los anteriores depósitos de explosivos desmantelados por la policía francesa a lo largo de los últimos meses, también el garaje de Pau fue alquilado por un mujer cuya identidad se desconoce.

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