"Rozar el oro ya no nos sirve"

Al final del pasado verano, Enric Masip resolvió algunos de sus problemas. Hacía sólo unas semanas que había sido reemplazado por David Barrufet como capitán de su equipo, el FC Barcelona, pero una llamada al seleccionador nacional, Juan de Dios Román, le abrió de nuevo las puertas de la selección. En su equipo perdió algo del protagonismo que había tenido fuera de la pista, pero lo sigue manteniendo todo dentro de ella. En la selección fue llamado en la primera concentración de preparación para el Europeo de Croacia, que se disputará a finales de enero, y a partir del próximo 4 de enero se incorporará a la concentración de Canarias antes de desplazarse hacia Croacia.Masip, de 29 años, lleva 10 años en el Barça y 148 internacionalidades. Fue una de las piezas clave en la consecución del último título del dream team del balonmano mundial, la Supercopa de Europa. Y espera que la selección española gane, por fin, la primera medalla de oro de su historia en el Europeo.

Pregunta. Este Barça parece imparable.

Respuesta. Los éxitos nos han acompañado en los últimos años. Pero detrás de eso hay un trabajo muy intenso por parte de todos, y una entrega absoluta de todos los componentes de la plantilla. Somos parables, eso es evidente porque somos humanos. Pero mantenemos siempre esta mentalidad de salir a por todas. Y eso es lo más importante.

P. ¿Sigue sintiéndose el líder del equipo dentro de la pista a pesar de no ser ya capitán?

R. Por mi carácter, siempre me ha gustado tirar del equipo en los momentos difíciles. Eso lo hice antes, durante mi capitanía y ahora. Hay momentos en que se precisa gente con empuje. No sé si eso es ser líder o no, son los demás quienes deben decirlo. Pero me siento un jugador al que le gusta llevar, en ocasiones, al equipo.

P. ¿Qué piensa de Valero como técnico?

R. Es el entrenador que me llevó al Barça. Y aquí es donde más he mejorado como jugador. Es un técnico duro, al que le gusta el trabajo. Y su curriculum (55 títulos) ya lo dice todo. No hay nada que descubrir.

P. En el Barça se da la situación de que los jugadores españoles son los que habitualmente resuelven los partidos. Se vio en la Supercopa con Masip, en las semifinales, y con Barrufet, que paró un penalti en la final en el último segundo y dio así el título al Barça.

R. En España hay un gran nivel, pero el marco del que hablamos es el Barça, donde están varios de los mejores jugadores españoles. Si esa situación pudiera trasladarse a la selección sería ideal. Pero no se juega igual en un club que en una selección, donde se reúnen jugadores de equipos muy diversos. En los equipos puedes trabajar todo el año, en la selección sólo unos días concretos.

P. La cuestión es que a nivel de clubes, España colocó el año pasado cinco equipos en las finales de las cuatro competiciones europeas, y a nivel de selección el oro sigue siendo una asignatura pendiente, a pesar de las dos medallas de plata europeas y del bronce olímpico.

R. El oro es nuestro objetivo en Croacia. Muchas veces se ha estado a punto de conseguir el oro, pero no se ha logrado. Lo rozamos en el Europeo de Italia, y en Sevilla. Pero estar cerca no sirve de nada. Rozar el oro ya no nos sirve. Puedes pasarte la vida sin ganarlo. Sólo nos falta un poco de suerte.

P. ¿Qué puede ocurrir en Croacia el próximo enero?

R. Somos candidatos a ganar el oro tanto en Croacia como en los JJOO de Sydney. Pero no hay que hacer creer a la gente que somos los mejores y que si no ganamos el oro ya hemos fracasado. Mi mentalidad, sin embargo, es que podemos lograrlo, a pesar de que hay rivales muy difíciles.

P. ¿Por qué dejó la selección?

R. Porque estaba cansado y desilusionado. Me lesioné antes de Atlanta y la primera vez que no estaba en la selección tras nueve años me perdí la medalla. Fue una decepción importante. Coincidieron dos o tres años de mucho estrés, se produjo también el nacimiento de mi hijo. Y decidí dedicarme más tiempo a mi mismo. No hubo nada más, nada con Juan de Dios. Discrepamos en algunas cosas, pero nada más. Hubo más diferencias con Mateo Garralda y hubo gente que nos metió a los dos en el mismo saco. Pero no fue así. Probablemente, ahora no lo haría.

P. ¿Qué supone para Masip el regreso a la selección?

R. Cuando volvieron a llamarme me hizo la misma ilusión que la primera vez. Me sentí bien. Y estoy muy dispuesto a aportar lo que yo pueda para intentar que la selección siga en la misma racha de éxitos de los últimos años. Lo primero que hice fue anunciar que quería volver. Hablé con Juan de Dios y le pareció que yo debía explicar lo que pensaba. Y luego me llamó. Tengo ganas de demostrar que puedo estar en el equipo.

P. ¿Será el capitán o no?

R. No. Y en eso coincidimos con Juan de Dios. Sin Jaume Fort, yo era el jugador que más internacionalidades tenía, pero quería entrar en el equipo de puntillas, y acordamos con Román que el capitán fuera otro jugador. El pensaba lo mismo. Y eso me permitió trabajar más tranquilo.

P. ¿Le habría afectado o disgustado que la federación española le hubiera impedido jugar con la selección de Cataluña ante Suecia el próximo 4 de enero, porque la concentración del equipo español comenzaba sólo un día antes en Canarias?

R. Molestado no. Me ilusiona jugar con Cataluña. Además jugamos contra un campeón del mundo, Suecia, y hay expectación. Pero hubiera entendido perfectamente que estando en la concentración no me permitieran ir. Eso no me habría podido molestar porque antes que el partido ya se sabían las fechas de la concentración de Canarias. Por tanto, los jugadores no debíamos intervenir para nada en este asunto, debían resolverlo los dirigentes. Al final ha habido arreglo. Nos dejan jugar a David Barrufet y a mí. Pero sino habríamos entendido las razones.

P. ¿Cree que puede producirse una contraposición de intereses entre la selección catalana y la española?

R. Mientras los partidos de la selección catalana sean amistosos y se llegue a ententes, no.