Un político dialogante que implicó a las ONG

Isaías Pérez Saldaña se incorporó al Consejo de Gobierno meses después de que lo hicieran sus compañeros socialistas y andalucistas. La separación de la anterior Consejería de Trabajo y Asuntos Sociales, una promesa electoral del presidente Manuel Chaves, generó algunas dificultades de índole administrativa, que impidieron su creación inminente. Pero el ex alcalde de Ayamonte (Huelva) no tardó en recuperar el tiempo perdido para insuflar cierto halo político a un departamento, que parecía condenado a calcar la labor asistencial del Instituto Andaluz de Asuntos Sociales con subida de rango.Pérez Saldaña se ha decantado por recargar los tintes ideológicos de las políticas dirigidas a colectivos desfavorecidos. Si de algo presume es de haber evidenciado las diferencias entre una gestión socialista -la suya- y otra conservadora -la del Gobierno central- y del talante dialogante. Algo que le reconocen en la oposición. Tanto PP como IU creen que el consejero ha desplegado un talante abierto y receptivo con los colectivos sobre los que regula, si bien la parlamentaria del PP Ana María Corredera puntualiza que no siempre ha aceptado sus peticiones: "Ha hablado con las asociaciones interesadas, en ocasiones ha incorporado sus propuestas y en otras no".

Corredera cree que el talante receptivo del consejero disminuyó conforme se consumía la legislatura. Las dos primeras leyes -drogas y menores- gozaron de mayor consenso parlamentario que las dos últimas -discapacidades y mayores-, fruto del avance "del rodillo", según la parlamentaria. Ángela Aguilera, portavoz de IU en la comisión de Asuntos Sociales, emite un juicio más elogioso: "Siempre ha planteado una actitud de diálogo y apertura, aunque luego se han rechazado iniciativas parlamentarias".

Isaías Pérez Saldaña sostiene que su departamento se ha esmerado por conectar con los movimientos y colectivos sociales. Cita, como ejemplo, a los enfermos de sida: "Antes era impensable que pudieran encontrar respuestas en esta Consejería, y ahora empiezan a encontrarlas". El consejero cree que ha sentado los cimientos de un departamento que esgrime "un debate diferente". "Veníamos de un espacio casi oculto, pero en estos cuatro años ha supuesto poder posicionarse en la sociedad con un debate nuevo", aduce. La implicación de las organizaciones no gubernamentales en la gestión de servicios sociales ha constituido, en su opinión, otro de los logros de la Consejería, aunque cree que está pendiente la intervención empresarial en el sector como uno de los nuevos yacimientos de empleo.