Anasagasti considera "absurdo" iniciar la construcción nacional con furgonetas bomba
El portavoz del PNV en el Congreso, Iñaki Anasagasti, no se anduvo ayer con términos ambiguos a la hora de descalificar las intenciones de ETA de atentar con dos furgonetas bomba cargadas de explosivos. "Pensar que se puede iniciar un proceso de construcción nacional con furgonetas bomba es algo repudiable y absurdo", aseguró. Mientras, el portavoz de la dirección peneuvista y firme defensor del acuerdo con EH, Joseba Egibar, vaticinó que los futuros atentados de ETA "distorsionarían aún más" la situación política, pero se mostró persuadido de que "nada va a ser igual, aunque ETA actúe".
El PNV parece rendido a la evidencia de las verdaderas intenciones de la organización terrorista. Anasagasti admitió que la esperanza que tenía el partido que preside Xabier Arzalluz de que en la dirección de ETA hubiera un atisbo de "sensibilidad, lógica, ética y, sobre todo, de humanidad" se ha truncado. Anasagasti dijo que frente a eso, el PNV se había encontrado "con la cara más dura de ETA", la que envía a Madrid "dos furgonetas cargadas de muerte".Frente al discurso de Arzalluz en el que aseguraba que el ministro del Interior, Jaime Mayor, estaría "encantado de que esas dinamitas exploten", dijo que "habría sido algo trágico acabar el siglo XX con muertos" y admitió que un atentado de ese tipo hubiera acarreado unas "unas implicaciones políticas inconmensurables".
El PNV espera una campaña electoral "dura y sucia", y polarizada entre los dos grandes partidos. Anasagasti pidió expresamente que no se polarice la campaña sobre el nacionalismo y ETA. Los peneuvistas ya se están resituando ante la posibilidad de que el PP pierda los comicios generales. De hecho, consideran "muy saludable" que los socialistas lleguen de nuevo al Gobierno para encauzar el proceso de paz. El PNV no se ha olvidado de la responsabilidad de los socialistas en la guerra sucia contra ETA, pero reconoce en Joaquín Almunia un "lenguaje más asequible, inteligente y con visión más a largo plazo que el del PP", frente a la "nula voluntad" de José María Aznar. El diputado nacionalista recordó: "Felipe González acabó la legislatura hace cuatro años intentando negociar con ETA a través de Adolfo Pérez Esquivel [premio Nobel de la Paz] y nosotros acabamos el año con dos furgonetas que iban a Madrid para hacer una avería", admitió.
Por su parte, el lehendakari, Juan José Ibarretxe, y el portavoz del PNV, Joseba Egibar, coincidieron ayer al asegurar que a pesar de las furgonetas bomba no se volverá a la situación anterior a la tregua de ETA. En realidad, ambos, firmes defensores del acuerdo político con Euskal Herritarrok (EH, siglas electorales de HB) y de atraer a este sector político hacia las instituciones, preparan con estas declaraciones la postura de su partido o del Gobierno vasco ante lo que ya aparece como un inminente atentado. Ibarretxe subrayó que "hay una voluntad claramente marcada por todos los partidos de defender nuestras ideas a través de la democracia y la política". De hecho, las tres formaciones nacionalistas que sustentan el Ejecutivo vasco (PNV, EA y EH) negocian una respuesta conjunta ante la irrupción de ETA con un atentado. EA reconoció que las intenciones de los terroristas ponen en peligro el proceso de normalización iniciado con la tregua y el Pacto de Lizarra.
Egibar mostró su convencimiento de que en el entorno político de los terroristas, la "determinación o definición" ante el próximo atentado de ETA "también se va a producir, aunque el análisis de estas cuestiones necesitan de calma, a la vez que de contundencia y sobre todo de perspectiva".
El PNV sabe que no es posible ahora arrancar de EH una condena explícita ni de la ruptura de la tregua -como pasó en la última reunión de Lizarra-, ni de un atentado. Y por eso sus dirigentes, al igual que Ibarretxe, se esfuerzan en presentar la evolución de la coalición independentista. Egibar dijo que que "si ETA quiere ajustar su posición al tenor de los tiempos, esta intención o esa materialización de acciones armadas tendrán que desaparecer inmediatamente".
El portavoz de EH, Arnaldo Otegi, afirmó por su parte en Pamplona que "a ETA no se le va poder vencer militarmente" y que Francia y España "están planteando una especie de solución final de aniquilamiento militar de ETA, cuando cuarenta años de historia vienen a avalar que es una organización armada indestructible en el terreno militar". Y añadió que "conociendo la historia de ETA, si dice que va a romper la tregua va a cumplir su palabra".
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