Medio Ambiente ignora ahora sus críticas al trasvase Júcar-Vinalopó

La Consejería de Medio Ambiente criticó en abril pasado que la memoria resumen del estudio de impacto ambiental del trasvase Júcar-Vinalopó no tuviera "en cuenta los posibles impactos que pudieran derivarse de la extracción de 80 hectómetros cúbicos al año del Júcar". Por ello, se creyó conveniente exigir al Ministerio del Medio Ambiente, impulsor de la obra desde la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), que evaluara esa reducción de caudales. Según Ecologistas en Acción, el proyecto definitivo tampoco lo calcula, pero la consejería no piensa hacer alegaciones al trasvase.

"Debe exigirse al ministerio la realización del estudio del impacto ambiental que podría causar la reducción de caudales del Júcar y, en particular, la posible afección al Parque Natural de L"Albufera", decía textualmente un informe de la consejería, que era claramente crítico con el inicio del trasvase desde el embalse de Cortes (el finalmente elegido) y no desde Tous. Esta preocupación de los técnicos de la consejería coincide totalmente con las críticas ecologistas, que han alertado del peligro de mermar cauces al río valenciano y, sobre todo, de su afección a L"Albufera.Sin embargo, según Ecologistas en Acción, el proyecto del trasvase que ahora está en exposición pública sigue sin evaluar el efecto de esa merma hídrica. No les sorprende la actitud del ministerio, en cuanto que la CHJ ya ha tomado partido por el trazado más impactante. Pero sí denuncian que, pese a la ausencia de esa información vital, la consejería no sólo no alegue en contra del proyecto para exigir un estudio de impacto más completo sino que, además, apoya abiertamente el proyecto. Según Carlos Feuerriegel, portavoz de Ecologistas en Acción, esta actitud "política", opuesta al criterio de los técnicos, coincide con la entrada del nuevo consejero, Fernando Modrego, del PP, en sustitución de José Manuel Castellá, de UV.

No es ésta la única crítica al estudio informativo del trasvase. Ecologistas en Acción han denunciado que el proyecto reconoce que uno de cada cinco años no habría agua para el Vinalopó al no llevar el Júcar el suficiente caudal. Sin embargo, esa media de la insuficiencia de recursos corresponde a los últimos 50 años mientras que los años inflaccionistas se acumulan en la última década. Es decir, en la actualidad no hay agua para trasvasar y en el futuro, con el oficialmente reconocido cambio climático, menos.

También denuncian que en ningún párrafo de los 11 tomos del proyecto se explica dónde se va verter el medio millón de escombros generados en la obra (túneles y excavaciones), cuando la ley de impacto ambiental obliga a puntualizar el destino concreto de estos residuos.

Además, el estudio tampoco contempla el precio del agua para trasvasar. El motivo del Júcar-Vinalopó es solucionar la sobreexplotación de los acuíferos del Vinalopó, pero los ecologistas dudan de que el elevado precio final del agua trasvasada desde el Júcar ("que debería aparecer en la primera página del documento", dicen) disuada a los regantes de extraer de sus pozos.

Por otra parte, la Junta Local de Riego de Alzira, que aglutina a unos 4.000 agricultores propietarios de 23.000 hanegadas, se ha posicionado ayer en contra del proyecto porque, argumentan, el agua que tiene ahora el río Júcar no es bastante para regar sus tierras, informa Xavier Espanya. Los agricultores temen que con el año de sequía que están padeciendo se presenten los problemas de riego el próximo verano.