La débil defensa del Sevilla le permite una goleada al Oviedo

Los colistas se dieron una fiesta. No jugaron gran cosa, pero marcaron goles, crearon ocasiones, llegaron fácil a puerta y sorprendieron a todos con una actitud abierta y beligerante. El Oviedo acabó imponiéndose, y logrando el mejor resultado de la temporada, porque la debilidad defensiva fue más acusada en el lado sevillista. Pero antes de eso hubo alternativas y acciones ofensivas para todos los gustos, dado el alto riesgo con el que se emplearon. Además de los seis goles, el árbitro anuló otros dos, uno a cada equipo.Ni Oviedo ni Sevilla están para mucho, pero ayer lo intentaron. Con un estilo casi calcado, buscaron con ahínco derribar al rival más próximo. Tres defensas, un centro del campo sin contenido, un par de lanzadores, Pompei y Tsartas, y delanteros natos. Así salieron y así llegaron una y otra vez de portería a portería en una tarde lluviosa y sobre un terreno muy rápido. Acabaron agotados. No era para menos.

Resolvieron los reservas del Sevilla: Iván marcó el segundo tanto en una jugada personal; Amieva lo hizo casi todo en el tercero, y otra vez entre Iván y Jaime elaboraron el cuarto. La conclusión es clara: si juegan los que se apoyan y construyen, las defensas se derriban con más facilidad. Aunque realmente la del Sevilla se cae sola.