Caras de moda

Algo se está moviendo en el diseño de moda de la Comunidad Valenciana. Tras años en los que parecía que Francis Montesinos iba a ser la única referencia valenciana en las pasarelas, nuevas caras y nuevos proyectos parecen aflorar dispuestos a ganarse un puesto en este mundo. La noche del pasado jueves, el Círculo de Moda, entidad que agrupa a los diseñadores valencianos, celebró su fiesta anual, en la que, por tercera vez consecutiva, entregó los Premios Cremallera en un acto en el que, más allá de los propios galardones, flotaban esos aires de renovación.Buena parte de esa corriente la generan los dos diseñadores que ejercieron de maestros de ceremonias en la entrega de los premios, Alejandro Sáez y Antonio Moreno, responsables, respectivamente, de las firmas Por Fin! y La Cantante Calva. Ambos están consiguiendo, con propuestas innovadoras y atrevidas -muy atrevidas en el caso de Moreno-, hacerse un hueco en el mercado y los ecos de sus propuestas superan ya los límites de la Comunidad Valenciana, especialmente tras la última edición del Salón Gaudí de Barcelona. El desenfado que aplican a sus creaciones, lo trasladaron a la presentación de cada uno de los premios, el momento más animado de la velada. El premio Cremallera de Oro, que distingue toda una trayectoria, recayó en Francis Montesinos, "el gurú de la moda valenciana, el buque insignia", como se le definió en el momento de entregarle el premio. La Cremallera de Plata al brillo emergente fue para Teresa Candela, que está logrando mostrar sus colecciones en pasarelas de todo el mundo. La Cremallera de Bronce fue a parar a los organizadores de la Pasarela del Carmen por su tenacidad que ha permitido poner en marcha esta iniciativa.

Tras la entrega, los premiados, y también los presentadores, reflexionaron sobre el momento que vive la moda valenciana. Según Alejandro Sáez, asistimos a un "cambio generacional". "En otros países este cambio se ha producido en el seno de las firmas ya consolidadas, que han contratado a los valores emergentes, mientras que aquí hemos optado por crear nuestras empresas para poder dar a conocer nuestras propuestas", señaló Sáez. Antonio Moreno, por su parte, criticó la apatía de las pasarelas y la falta de propuestas arriesgadas. "Los que rompemos con esa monotonía conseguimos llamar la atención del público", aseguró Moreno.

Teresa Candela, que ha recibido el encargo de diseñar las nuevas colecciones de bolsos, pañuelos y chales de Lladró, destacó el papel realizado por el Círculo de Moda. "Agruparnos en torno al Círculo Imaginario [marca paraguas con la que los jóvenes diseñadores valencianos han acudido a Gaudí los últimos años] nos ha permitido darnos a conocer, ya que nos dimos cuenta de que si no íbamos juntos no teníamos nada que hacer", señaló Candela. Las semillas plantada con esa unión empiezan a germinar ahora en el desierto que quedó tras la eclosión de Francis Montesinos. Éste reconoció que la escena valenciana de la moda tuvo un bajón importante que ahora empieza a remontarse, aunque advirtió a los jóvenes del duro trabajo que tienen por delante. Pero medio en broma medio en serio aseguró que su éxito ha contribuido a allanar el terreno: "Cualquier cosa que sale desde Valencia se ve con buenos ojos, y eso es gracias a mi".

Josep Lozano insistió en su ilusión de situar a la Pasarela del Carmen en el circuito. Para la segunda edición anunció cambios importantes, el primero, un adelanto de fechas (6, 7 y 8 de abril del 2000) que permitirá que los diseñadores muestren sus colecciones para el invierno del 2001. Otra novedad será que cada día habrá sólo un desfile colectivo, mientras que dos firmas pasarán en solitario. Lozano también prometió una mejora del grupo de modelos que desfilarán. Pero el objetivo del director de la Pasarela del Carmen es más ambicioso, y aspira a seguir trabajando para convertir esta propuesta en punto de referencia del sector para las propuestas más vanguardistas, un escaparate para el ilusionante futuro de los creadores valencianos.