Bancaixa tendrá un 5% del consorcio de telefonía. Bancaixa realiza un segundo intento por participar en el negocio de la telefonía móvil en España

Bancaixa invertirá unos 11.000 millones de pesetas por el 5% de uno de los grupos que concursarán por la cuarta licencia de telefonía móvil de última generación en España, que el Ministerio de Fomento tiene previsto adjudicar en marzo.El grupo crediticio valenciano tiene prácticamente cerrada su participación en el consorcio formado por Uni2 (France Télécom), Caja Madrid, Caixa Galicia, la constructora Ferrovial, El Pozo (Grupo Fuertes), Iberdrola y Multitel.

La nueva tecnología, UMTS, permite, frente al sistema GSM que usan los otros tres operadores de telefonía móvil (Telefónica Móviles, Airtel y Amena), la transmisión simultánea de voz y datos a través de los móviles. El ministerio que dirige Rafael Arias-Salgado exige al cuarto operador que el sistema se implantado antes de agosto del 2001 en las ciudades españolas de más de 250.000 habitantes, lo que requerirá una inversión de 400.000 millones.

Serán competidores de Uni2 otras empresas con gran presencia en el mercado español de telefonía fija, como BT o Jazztel, que carecen de participación en el negocio de los móviles.

El consejo de administración de Bancaixa dio en su reunión del martes el visto bueno a su participación en el consorcio, al que se podrían incorporar nuevos socios. El plazo de presentación de las ofertas concluye en enero.

El Gobierno resolverá a principios del año 2000, según Fomento, el concurso para la concesión de cuatro licencias de telefonía móvil con tecnología UMTS, pero todo indica que la pugna se concentrará por la cuarta licencia. El concurso ha despertado el interés de los grandes operadores de telecomunicaciones. La compañía Jazztel será uno de los rivales del grupo liderado por Uni2, la compañía de telefonía fija de France Télécom, donde Bancaixa tendrá una participación minoritaria. Jazztel se presentará al concurso de la mano de Deustche Telekom. Otras de las probables competidoras serán la compañía mexicana Telmex, Sonera, Telia, RSLCom, y las norteamericanas SBC y Bell South.

Bancaixa, cuyo plan estratégico considera prioritarias las inversiones en el sector de las telecomunicaciones, ha protagonizado dos intentos por incorporarse al negocio de la telefonía en España. La primera ocasión se produjo en 1995 cuando Bancaixa estuvo a punto de cerrar un acuerdo con Airtel para concursar por la segunda licencia de telefonía móvil, según fuentes de la entidad.Ésta descartó a última hora su participación en el proyecto y no se presentó al concurso.

El segundo intento se produjo en abril de 1998 cuando el grupo que preside Julio de Miguel se incorporó con una participación del 5% a un pool de sociedades que pugnó, sin éxito, por la tercera licencia de telefonía móvil. Fueron entonces socios de Bancaixa el grupo France Télécom, el Banco Santander, el Banco Sabadell y Multitel. Muchos de los socios de entonces repetirán en el concurso por esta cuarta licencia.

Un negocio millonario

El negocio de la telefonía móvil se ha revelado en los últimos años como uno de los más rentables. España acabará este año con un total de 14 millones de usuarios de móviles, de los que cinco millones son de Airtel, 1,5 de la operadora Amena y el resto de Telefónica Móviles.

Con esta nueva incursión, Bancaixa consolida su nueva política de inversiones, que hasta ahora sólo se ha concentrado en los sectores del agua y las autopistas. Concretamente, el grupo financiero valenciano tiene, a través de su filial el Banco de Valencia, cerca del 6% de Autopistas del Mare Nostrum (Aumar) y otro tanto en la compañía Aguas de Valencia (AVSA). El presidente Julio de Miguel reiteró hace unos días el interés del grupo por ampliar su participación en ambos negocios.

En el sector del agua, Bancaixa negocia desde hace meses con otros accionistas de Aguas de Valencia un aumento del 6% al 25% de su participación en la sociedad. En el negocio de las autopistas, el grupo sigue con interés la posible privatización de las autopistas españolas todavía públicas.