Anguita reconoce que no puede imponer a IU del País Vasco que deje Lizarra

La polémica entre la dirección de Izquierda Unida (IU) y su federación en el País Vasco, Ezker Batua (EB), sobre el pacto de Lizarra quedó ayer sin resolver. La presidencia, con 33 votos a favor y 13 en contra, corroboró la decisión del coordinador general, Julio Anguita, de dejar ese foro. Pero EB, que debe ejecutar esa decisión, votó en contra y se niega a acatar, de momento, esa resolución. Anguita reconoció que no puede imponer nada a EB -"esto no es un cuartel", dijo-, aunque la dirección confía en que esta federación decida salirse de Lizarra durante su próxima asamblea, prevista para este fin de semana.

Julio Anguita se mostró ayer muy conciliador tras la reunión de la presidencia, el máximo órgano ejecutivo de IU. Así, evitó críticar a los dirigentes de la federación vasca y se centró en la idea de que la dirección federal se considera excluida de la responsabilidad de permanecer en la mesa de Lizarra. Habló de "mano tendida" y de dar tiempo a Ezker Batua para que formalice esa decisión. "Espero que se cumpla [la resolución], aunque no podemos ponerle el pie en el cuello a nadie", dijo.La dirección confía en que en su próxima asamblea, prevista para este fin de semana, EB decida salir de Lizarra, aunque esa organización se encuentra muy dividida y nadie se atreve a hacer pronósticos. Si se produjera lo esperado, ambas partes quedarían satisfechas, puesto que EB habría tomado su decisión de forma autónoma. Por eso ayer nadie quiso hablar de escisiones ni rupturas. Todo este análisis vale, eso sí, sólo si ETA no decide actuar, ya que todo se vendría al traste si lo hace.

Anguita tampoco quiso aclarar qué pasaría, en base al Estatuto, si la federación vasca decide en su próxima asamblea no abandonar Lizarra. "No operamos a golpe de Estatuto, no ha lugar", zanjó.

En todo caso, la jornada pareció demostrar que de las primeras palabra de ambas partes no ha quedado, sólo diez días después, nada. Anguita dijo entonces que desautorizaría a EB. No ha sido así. Y Javier Madrazo, el líder de esta federación, adujo para ganar tiempo que la decisión la debía tomar la presidencia federal. Pero ahora eso tampoco vale. Madrazo se limitó ayer a decir que en ningún caso se forzará una ruptura.

Durante la reunión, los que fueran los mayores defensores de la entrada de IU en Lizarra, los miembros más duros del PCE, defendieron con vehemencia la salida. Anguita intervino para anunciar que se tratará de consensuar esta decisión con la federación vasca. Luego, en la votación, algunas federacionenes críticas con la dirección, como la de Madrid, votaron en contra junto a las minorías de Espacio Alternativo y la Candidatura Unitaria de los Trabajadores.