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Doohan se retira del Mundial

El piloto australiano Mick Doohan, de 34 años, anunció ayer su retirada del Mundial de motociclismo. Se ve obligado a abandonar la competición, tras conquistar cinco títulos y ganar 54 grandes premios de 500, al no haberse recuperado de las lesiones que sufrió cuando se cayó durante los entrenamientos para el Gran Premio de España, en Jerez, en el mes de mayo. La próxima temporada se dedicará probablemente a dirigir una escudería en el campeonato del mundo. "No quiero irme de los circuitos en ambulancia", había dicho siempre el pentacampeón mundial.

Al final, Doohan ha pagado el precio de la gloria, de la ambición, de intentar ser el número uno con mayúsculas. Las heridas en la rodilla y el hombro derechos y en la muñeca izquierda todavía afectan a su movilidad, a pesar de haber sido operado en tres ocasiones desde su accidente en Jerez. "Es duro tener que dejarlo de esta manera, pero ahora mi cuerpo es el que manda", reconoció Doohan, que durante los siete meses de convalecencia mantuvo la esperanza de volver a competir en el año 2000. Su carácter agresivo y competitivo tuvo mucho que ver en la dilación en tirar la toalla. "El problema es que algunos nervios y tejidos quedaron afectados en el accidente", explica Mick, "y por ejemplo en el brazo izquierdo tengo dificultades de motricidad".El mejor piloto del Mundial de motociclismo en la década de los 90 anunció su retirada después de haberlo meditado durante semanas y tras agotar todos los plazos para intentar recuperarse. El supercampeón que hay en su cerebro no podía tolerar un adiós como éste. "Las lesiones eran más graves de lo que parecían al principio y lo he intentado todo, pero no es posible", se lamentó el piloto australiano.

"Yo quiero continuar, pero mi cuerpo no lo permite", continuó. Ni siquiera la última tecnología médica puede ayudarle esta vez, aunque desde el accidente ha pasado la mayor parte de su tiempo en San Francisco, bajo la supervisión de los médicos especialistas que le operaron, alejado incluso de su compañera Selina y de su hija Allexis, nacida en el mes de junio.

Cinco títulos consecutivos

Doohan conquistó cinco títulos mundiales consecutivos de la categoría reina del campeonato del mundo entre 1994 y 1998. Durante estos años ejerció una tiranía tan insaciable como incuestionable, convirtiéndose en el segundo mejor piloto de 500 de todos los tiempos, sólo superado, según la estadística, por el legendario italiano Giacomo Agostini. La suya ha sido una carrera de leyenda.

Antes de devenir prácticamente imbatible para sus rivales, ya había superado un accidente importante: en Assen (Holanda), en 1992, se produjo una fractura abierta de la pierna derecha, a la altura del tobillo, que estuvo a punto de ser amputada. Aquel año, a pesar de un esfuerzo descomunal y de ocho visitas al quirófano, no pudo defender su ventaja para conquistar el título. Había ganado antes del accidente en Japón, Australia, Malaisia y España, pero después tuvo que competir con el pie derecho inútil y concluyó el Mundial en cuarta posición. En 1993 tan sólo pudo conseguir la victoria en el Gran Premio de San Marino.

Pero tras la recuperación, su carácter de vencedor le llevó al número uno, del que sólo ha caído víctima de su propia ambición. Su quinquenio triunfal empezó en 1994, año en el que obtuvo seis triunfos y podios en todas las pruebas que disputó.

El accidente de este año en Jerez, en la tercera carrera de 1999, se debió al intento de Doohan de realizar una de sus frecuentes exhibiciones de poderío. Arriesgó con el asfalto aún húmedo y salió despedido al pisar una de las rayas blancas que delimitan la pista. Se estrelló a más de 200 kilómetros por hora. Durante la temporada se especuló varias veces con su regreso, pero siempre se aplazó, hasta que ayer se confirmó que el cocodrilo no volverá a correr.

Su última victoria fue en Argentina en 1998, y su último podio en Japón este año, en la última carrera en que participó. Se retira después de diez años en el Mundial (desde 1989), tras haber competido en 137 grandes premios, siempre en 500, en los que sumó 54 triunfos, 95 visitas al podio y 58 pole-positions. Sólo le supera Agostini, con ocho títulos y 68 triunfos logrados entre los años 1966 y 1975.

Leyendas

Y en cambio, el piloto de Brisbane está por encima de grandes leyendas del motociclismo como los estadounidenses Eddie Lawson, cuatro títulos, Kenny Roberts y Wayne Rainey, tres, Freddie Spencer, dos, y el inglés Barry Sheene, también dos.

La última vez que Doohan se subió a su Honda NSR 500 fue en el circuito de Motegi (Japón), el 7 de noviembre, durante un homenaje que le tributaron con motivo de una prueba del campeonato japonés.

"Cuando comencé a competir, nunca pensé en ganar tantos grandes premios y cinco veces el campeonato del mundo", explicó el pentacampeón. "Quería lograr el título, y hacerlo dos veces me parecía un sueño. Por eso la segunda corona, la de 1995, es la más preciada para mí. Me siento afortunado por mi carrera deportiva. Si en un futuro echo algo de menos, será el poder salir a la pista a luchar por la victoria".

"No sé muy bien qué voy a hacer ahora", continuó tras anunciar su retirada. "Quiero seguir en los grandes premios y vamos a hablar con Honda -su marca de toda la vida- a ver qué papel quieren que desempeñe". Parece probable que Doohan sea el encargado de tutelar el debut de Valentino Rossi en 500, después del reciente fichaje de la joven estrella italiana, campeón mundial de 250 con Aprilia, por Honda.

Crivillé lamenta el adiós de su mayor rival

Poca gente en el mundo conoce a Mick Doohan tan bien como su heredero. Para Àlex Crivillé, flamante campeón del mundo de 500 esta temporada, el piloto australiano ha sido maestro, amigo y rival. "Me sabe mal que tenga que dejarlo así", dijo ayer el piloto catalán. "Hubiera preferido que pudiera despedirse estando en la pista". Àlex no tenía la certeza de que la decisión de Doohan iba a ser ésta, pero lo intuyó durante su reciente visita al cuartel general de Honda en Japón: "Ya me dijeron que no había moto preparada para Mick"."Doohan ha sido un enemigo muy difícil durante todos estos años", continuó Crivillé. "Él ha marcado una época, pero todas las épocas terminan y llega el relevo. Es lo que ha pasado también con él. Ahora todo el mundo me pregunta qué hubiera pasado en 1999 si él hubiera estado en la pista. Es algo que nunca sabremos, pero yo tenía claro desde el principio de la temporada que éste iba a ser mi año". Crivillé fue el piloto que más amenazó la dictadura ejercida por Doohan entre 1994 y 1998. "Entre él y yo tuvimos nuestras diferencias porque fuimos rivales en la pista, pero siempre mostramos respeto", comentó el noi de Seva, aún convaleciente de la operación a la que se sometió para curar su lesión en la muñeca izquierda.

La retirada de Doohan deja el Mundial huérfano de su principal estrella. Hay varios candidatos para llenar ese vacio. Crivillé, como nuevo número uno, es el principal, pero la próxima temporada se presenta muy abierta. El estadounidense Kenny Roberts (Suzuki), el japonés Tadayuki Okada (Honda), los italianos Max Biaggi (Yamaha) y Valentino Rossi (Honda), y el español Carlos Checa (Yamaha) estarán en las listas de favoritos. Doohan deja un hueco inmenso en el motociclismo australiano, donde no se perfila ningún heredero, y en las filas de Honda. Además de conseguir numerosas victorias para esta marca, fue el encargado de evolucionar la Honda NSR 500 y convertirla en una máquina prácticamente invencible durante los últimos ocho años. Ahora esta responsabilidad recae principalmente en Crivillé.

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