El Manchester impone su pegada
Un timorato Valencia acusa las bajas y pierde en Old Trafford después de 17 partidos invicto en Europa
Después de 17 partidos consecutivos sin perder en Europa, el Valencia cayó en el campo del campeón de Europa y del mundo. Por un lado, el conjunto de Cúper pagó el peso de sus cuatro bajas, los cuatro centrocampistas, lo que obligó a variar todo su esquema; por el otro, la patente potencia del rival, que es un equipo con una pegada tremenda. Te puede matar de mil maneras distintas: con los interiores, los dos delanteros, el media punta o el medio centro, mientras que el Valencia se presentó a la cita demasiado abrigado y timorato. Sus tres centrales al final no sirvieron para nada y ese defensa de más que introdujo Cúper se echó de menos en el ataque, donde el Piojo, muy solo, apenas demostró su pedrigí. Con los dos goles en contra, el Valencia jugó eventualmente menos encorsetado y llegó con mucha más facilidad, sobre todo por medio de Angloma, el mejor de los de Cúper. Pero ni Piojo ni Òscar tuvieron su noche, sobre todo este último, al que Cúper le dio la oportunidad en el peor momento. Si un jugador no tiene ritmo, no parece lo mas conveniente que salga a Old Trafford a medirse al campeón del mundo.Y eso que Mendieta empezó el encuentro como una exhalación, regateando a cuantos le salieron al paso por el carril derecho y sirviendo un centro al área del que Farinós sacó un tímido tiro bien resuelto por el meta Van der Gouw. El Manchester replicó con voracidad a través de sus magníficos interiores, Beckham y Giggs, el primero con sus medidos centros, el segundo con el culebreo de su cuerpo. El equipo de Cúper se escoró mucho hacia la derecha, consciente quizá de que allí había un filón con el lateral izquierdo irlandés, Irwin.
MANCHESTER 3
VALENCIA 0Manchester: Van der Gouw; Phil Neville, Gary Neville, Stam, Irwin; Beckham, Keane, Giggs; Scholes (Butt, m. 70); Solskjaer y Cole (Yorke, m. 71). Valencia: Palop; Angloma, Björklund, Djukic, Pellegrino, Carboni; Farinós, Milla, Mendieta, Òscar (Sánchez, m. 69) y Claudio López (Vlaovic, m. 80). Goles: 1-0. M. 38. Keane marca desde fuera del área tras un rechace de la defensa del Valencia. 2-0. M. 47. Centro raso desde la derecha de Beckham que remata Solskjaer ante la pasividad de Pellegrino. 3-0. M. 70. Scholes remata de cabeza una falta sacada por Beckham. Árbitro: Milton Nielsen (Dinamarca). Amonestó a Mendieta y Carboni. Unos 55.000 espectadores en Old Trafford.
El césped estaba en pésimas condiciones y pese a ello Milla, en su primer partido serio desde la final de la Copa del Rey, apeló a su sentido táctico y a su inteligencia para tratar de dar criterio al juego de su equipo. La entrada de Millla en el grupo le dio más control de balón al Valencia, que tocaba en la medular pero no se acercaba a Van der Gouw. El Piojo estaba demasiado solo. Y Òscar no enganchaba como debía. El problema para el Valencia es que no sabía muy bien lo que quería. Si se trataba del contragolpe, Òscar, según explicó el propio Cúper, no era el más conveniente; si se trataba de llevar la iniciativa, entonces sobraba uno de los tres centrales.
El juez de línea del ataque valencianista también contribuyó a la tranquila primera parte de Van der Gouw: levantaba el banderín aun cuando los delanteros salían tras los pases un par de metros por detrás del último defensa. Por eso el Piojo López lo intentó desde unos 25 metros con un disparo muy intencionado. No tanto como el de Beckham, que estrelló posteriormente una falta en el larguero.
La hinchada del Manchester estuvo especialmente cariñosa con su capitán, el irlandés Roy Keane. Quería premiar la decisión del medio centro de quedarse cuatro años más en Old Trafford, aunque sea cobrando 400 millones de pesetas por temporada. Y les correspondió el pelado y contundente centrocampista, que apenas si entró en juego pero fue quien encarriló el encuentro al aprovechar un despeje en corto de Carboni: envió un pelotazo cruzado e imparable desde el borde del área. Era su cuarto tanto en la Liga de Campeones, en la que es el máximo anotador de su equipo.
Keano, como es conocido por los aficionados, era el hombre del partido y eso lo sabía hasta el mismísimo árbitro, que no quiso amonestarle pese a una entrada por detrás mucho más dura que otra de Mendieta que sí vio la tarjeta amarilla. El árbitro danés, Milton Nielsen, el mismo que echó a Beckham y consecuentemente a Inglaterra del Mundial de Francia, en ese famoso partido frente a Argentina, no quería agraviar más a los ingleses. Resultó especialmente casero. Aunque hubiese sido innecesario.
No hay permiso para despistarse cuando uno se enfrenta al campeón del mundo, y eso es lo que hizo Pellegrino en el primer minuto de la segunda parte. Dejó pasar un centro de Beckham pensando que allí no había nadie, pero cómo no iba a estar esa ardilla pelirroja de nombre Solksjaer, que sólo tuvo que tocar a gol. Asunto resuelto. El campeón no perdona. Se vio entonces la tendencia de Palop a quedarse demasiado atrapado en su línea de gol, lo que era una invitación a marcarle. Después, sin embargo, también mostró sus excelentes reflejos a dos disparos a bocajarro de Cole, aunque nada pudo hacer ante el impecable cabezazo del menudo Scholes, otro de los infinitos recursos del Manchester.
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