Demasiado aprecio

Cuando supe que ETA había roto la tregua dije: ¡qué lástima! Supongo que ese sentimiento de pesar es el que tenemos todos, por lo que no es necesario abundar sobre este punto. Pero quiero hacer reflexionar sobre el protagonismo y la publicidad que damos a esa banda.Naturalemente, cuando una persona te hace daño procuras no acordarte de ella, la apartas de ti y decides no dedicarle ni un minuto de tus pensamientos. Por lo tanto, me pregunto por qué en EL PAÍS se les ha dedicado tanto espacio, por qué se ha utilizado toda una primera página para mostrar a unas personas que dicen que son de ETA, pero que se esconden tras esas máscaras uniformadas ocultando su verdadera identidad, pero no sus infames intenciones. Me pregunto si es necesario darles tanto protagonismo.

¿No sería mejor hacer uso del viejo refrán castellano que dice "No hay mayor desprecio que no hacer aprecio"? El día en que estos asesinos no vean magnificadas sus acciones por los medios de comunicación será el momento en que, aun con el dolor anclado en el corazón, nuestra memoria pugnará por limpiar tanta barbarie de nuestra agitada vida.- . .