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FÚTBOL Internacional

La pista del escándalo

El Gobierno británico rechaza el proyecto para Wembley al no servir como estadio olímpico

Wembley se ha convertido esta semana en el santuario de la controversia en Inglaterra. Todo por cuenta de su millonaria remodelación, que pretende seducir a la FIFA para que Inglaterra sea sede del Mundial del 2006. Pero los ingleses también quieren que sea la casa del Mundial de Atletismo del 2005 y de los Juegos Olímpicos del 2012. Y el diseño del nuevo estadio, del reconocido arquitecto Norman Foster, sirve para fútbol y rugby, no para atletismo. Si no se corrige antes del día 15 el Gobierno retirará los 30.000 millones que ha destinado al proyecto.Después de que la prensa británica mostrara una y otra vez las fotografías del diseño de Norman Foster y que la gran mayoría de los ingleses se hicieran a la idea de no ver nunca más las famosas torres gemelas del estadio londinense, el pasado miércoles el Secretario de Cultura del Gobierno laborista de Tony Blair, Chris Smith, lanzó un jarro de agua fría desde la tribuna del Parlamento: "Mi conclusión es que este estadio (el del nuevo diseño) no tiene lo necesario para presentarlo como posible sede de los Juegos Olímpicos y también es muy difícil que pueda convertirse en la sede del Campeonato Mundial de Atletismo". Smith dijo, además, que daba de plazo hasta el próximo 15 de diciembre para que el equipo encargado de diseñar el estadio entregara una solución viable a este problema.Las palabras de Smith tienen un gran significado. Una de las condiciones para que el Gobierno entregara 120 millones de libras (más de 30.000 millones de pesetas) de la Lotería Nacional a las autoridades inglesas del fútbol para que adquirieran el actual estadio y realizaran el diseño de la remodelación, es que la nueva edificación debería servir para ser la posible sede de la Copa Mundo del 2006 y de los Juegos Olímpicos del 2012. En otras palabras, para que se convirtiera en el Nuevo Estadio Nacional. De lo contrario, el dinero deberá ser devuelto a Sports England, la compañía gubernamental que financia proyectos deportivos.

Las declaraciones del Secretario de Cultura se basaron en el resultado de un estudio contratado por el gobierno a la firma estadounidense Ellerbe Beckett, especialista en construcción de estadios, para resolver las dudas que existían sobre el diseño del nuevo Wembley. De acuerdo con el estudio, el mayor inconveniente es que el estadio no tiene una pista permanente de atletismo. La firma de arquitectos que desarrolló el proyectó propone que cuando Wembley se necesite para eventos de atletismo se podría construir una pista elevada. Pero la solución no es tan fácil. Cada vez que sea necesario instalar la pista, sería preciso invertir 20 millones de libras (más de 5.000 millones de pesetas) y cerrar el estadio durante un año como mínimo. Además, la pista reduciría la capacidad de aficionados de 90.000 a 67.500, lo que pondría en serios riesgos la posible elección de Wembley como sede principal de los Juegos Olímpicos del 2012. Por si fuera poco, de acuerdo con el informe de Ellerbe Becket, el techo del estadio no alcanzaría a cubrir la totalidad de las líneas de la pista atlética.

El debate está sobre el tapete y se ha convertido en una guerra de declaraciones por parte de las autoridades deportivas inglesas. Simon Cleg, miembro de la Asociación Olímpica Inglesa, fue tajante: "Nosotros estamos realmente molestos porque habíamos dicho que si los planes eran viables para todos, no pondríamos ninguna pega a la construcción. Estamos contentos con el hecho de que el Secretario de Cultura se ha puesto firme ante este problema. Nuestro único interés es tener un estadio nacional que sea la pieza central del proyecto inglés para ser sede de los Juegos Olímpicos".

Por su parte, la Asociacion de Fútbol guarda silencio. Lo único que ha dicho es que sólo Wembley National Stadium Limited (WNST) -la compañía filial de la Asociación que encabeza el proyecto- puede dar respuestas a los interrogantes planteados el miércoles pasado por el Secretario de Cultura. Pero el director de la WNST, Ken Bates, quien además es el presidente del Chelsea, está ausente del país.

Hoy nadie puede asegurar qué va a pasar con el proyecto. Si no se busca una solución viable la Asociación de Fútbol deberá devolver los 30.000 millones de pesetas que le dio el Gobierno. Una tarea difícil, porque hasta hoy no ha conseguido un sólo centavo de los 92.000 millones de pesetas que necesitan recaudar antes del 31 de marzo del 2000 para llevar a cabo la obra.

La atmósfera del fútbol

Pese al silencio que mantiene por ahora la Asociación de Fútbol, la prensa inglesa ha dejado entrever que desde que el plan de remodelación de Wembley diera sus primeros pasos, las autoridades futbolísticas dejaron claro que la esencia del nuevo estadio londinense sería el fútbol.El diario The Guardian ha revelado esta semana que la Asociación de Fútbol amenazó con no utilizar el estadio para los partidos de la selección inglesa ni para las finales de la Copa si no eran ellos quienes manejaban y dirigían desde un comienzo todo lo relacionado con la remodelación de Wembley.

Como dijo confidencialmente un dirigente futbolístico, "el fútbol es nuestro deporte nacional y tener en Wembley una pista permanente de atletismo dañaría la atmósfera de los partidos a la que nosotros estamos acostumbrados".

"Por eso", agregó este directivo anónimo, "a mí no me sorprendió que el diseño de Norman Fosters no tuviera pista atlética, si la tuviera, la Asociación de Fútbol recibiría millones de quejas de los aficionados, ya que no sólo la atmósfera sino la visibilidad del juego se vería afectada".

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