El Stuttgart despide a un futbolista por una pintada racista contra un compañero
El VfB Stuttgart, de la Primera alemana, ha despedido de manera "fulminante" y con carácter "inmediato" al defensa Thorsten Legat, de 31 años, tras comprobar que había sido el autor de una pintada racista en el gimnasio del estadio. La semana pasada, la directiva del equipo encontró, sobre un póster en el que se veía al ghanés Pablo Thiam con una botella, la inscripción "zumo de negro". Un grafólogo, contratado por el club, demostró la culpabilidad de Legat. El Stuttgart había pagado 200 millones de pesetas por el fichaje de Legat, cuyo contrato vencía en junio del 2001.
"El club y el jugador Thorsten Legat han acordado, de mutua conformidad, terminar con su colaboración profesional con efecto inmediato", señalaba el jueves el escueto comunicado emitido por el Stuttgart. Las buenas maneras mostradas en los últimos días por el club y el propio Legat -que esbozó un pequeño gesto de arrepentimiento-, ocultan sin embargo una historia bastante más turbia entre un jugador que ya había tenido problemas con sus compañeros, e incluso con la policía, y un equipo que estaba esperando la excusa definitiva para quitárselo de encima.Legat, un gris jugador del más típico estereotipo alemán (fuerte, disciplinado, aguerrido), finalizaba su contrato en junio del 2001. El Sttutgart ha preferido despedirle y renunciar a la amortización de los 200 millones de pesetas que pagó por él hace dos años al Eintracht Francfort. Ninguna de las partes ha dado a conocer los términos económicos de la rescisión del contrato.
La víctima esta vez de Legat ha sido el centrocampista ghanés Pablo Thiam, el futbolista que más minutos ha jugado en el equipo en esta Bundesliga y uno de los hombres más en forma del once titular.
Los hechos ocurrieron la semana pasada. Después de realizar ejercicios en el gimnasio, los 25 jugadores de la plantilla salieron al campo a entrenarse, como todos los días. Al volver para recoger sus cosas encontraron que alguien había escrito, sobre un póster con la figura de Thiam bebiendo de una botella, la frase "zumo de negro" ("Negersaft" en el original en alemán). El club inició inmediatamente un procedimiento para saber quién había sido el autor, pero el culpable no aparecía. Todos los futbolistas del Stuttgart se declararon inocentes. Según publicaron ayer diversos periódicos alemanes, los directivos ya sospechaban de Legat, a quien habían advertido varias veces en los últimos dos años por sus faltas de disciplina.
El Stuttgart decidió llegar hasta el final. Contrató a un detective privado para que resolviera el caso, y éste llevó a la escena del crimen a un grafólogo, quien, tras realizar las pruebas correspondientes, dictaminó sin dudas que el autor de las pintadas había sido Legat.
Legat, de 31 años, es un viejo labrador de la Bundesliga, donde ha acumulado, jugando para el Bochum, el Werder Bremen, el Eintracht Francfort y el Stuttgart, 239 partidos y 15 goles en Primera División. Esta temporada, a causa de diversas lesiones, no había debutado aún en la Liga. Nunca ha jugado en la selección alemana. Su rasgo más distintivo, dentro del campo, ha sido la fuerza, y fuera de él, su carácter intempestivo. En la Nochevieja de 1996 su nombre -y su apodo "L"enfant terrible" (el niño terrible)- saltó a los periódicos después de que le pegara una paliza a un vecino en Francfort. Estuvo detenido por la policía y debió pagar una multa de algo más de siete millones y medio de pesetas. Los periodistas alemanes prefieren hablar, más que de racismo dentro de los vestuarios de la Bundesliga, de una peligrosa tendencia a formar pandillas, algo para lo que Legat era, al parecer, todo un especialista.
El fútbol alemán tiene un desagradable historial de racismo y xenofobia, pero más relacionado con insultos de aficionados ultras hacia los jugadores extranjeros que con actitudes propias de los jugadores. Y el fútbol, a veces, ha reaccionado para combatirlo: el 15 de diciembre de 1992, por ejemplo, los 176 jugadores de la Bundesliga que salieron al campo lucieron en sus camisetas la leyenda Mi amigo es extranjero.
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