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ETA ROMPE LA TREGUA

Interior distribuye fotos de etarras ante el temor de que haya un atentado "más pronto que tarde"

El secretario de Estado para la Seguridad, Ricardo Martí Fluxà, advirtió ayer de que ETA puede cometer un atentado "más pronto que tarde" y aseguró que las Fuerzas de Seguridad del Estado están preparadas para afrontar la ruptura de la tregua que, según el comunicado difundido el domingo por la organización terrorista, acabó la pasada medianoche. Martí Fluxà admitió que hay datos sobre la posible presencia en España de nueve etarras, cuatro de ellos ex miembros del comando Madrid a quienes se imputan al menos 20 asesinatos, cuyas fotos fueron distribuidas ayer a todas las comisarías.

"Evidentemente, tenemos que plantearnos siempre el supuesto más peligroso, para el que estamos preparados", declaró Ricardo Martí Fluxà. Desde la pasada medianoche, cuando se cumplió el plazo dado por ETA para dar por finiquitada la tregua que se inició el 18 de septiembre de 1998, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado se encuentran en máxima alerta.El secretario de Estado para la Seguridad se reunió por la mañana con los jefes superiores de Policía de toda España para, según explicó, "retomar, reactivar y organizar medidas con motivo de la declaración por parte de ETA del cese de la tregua".

También ha mantenido contactos con los mandos de la Guardia Civil, pues, aunque los servicios de la lucha antiterrorista nunca se han interrumpido, "de alguna manera podían haberse debilitado", admitió.

Respecto a la distribución a los miembros de las Fuerzas de Seguridad de las fotografías de nueve etarras, afirmó que si se ha tomado esta medida "es porque existe algún dato de su posible presencia" en España.

Ex del "comando Madrid"

En concreto, el Ministerio del Interior ha distribuido fotos de Javier Abaunza Martínez, Julia Moreno Macuso, Ainhoa Múgica Goñi, Juan Antonio Olarra Guridi, Aitor Lorente Bilbao, Mercedes Chivite Berango, Patxi Rementería Barrutabena, Josu Ordóñez Fernández y Raúl Ángel Fuentes Villota.

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En principio, las fotografías son para uso interno de los agentes, aunque no se descarta que más adelante se confeccionen carteles para su difusión al público.

Los cuatro primeros están considerados ex miembros del comando Madrid. En abril de 1997 se les identificó como ocupantes de un piso en la calle Polibea de Madrid, del que huyeron tras explotar un artefacto que guardaban en un armario. En julio pasado, según fuentes policiales, Abaunza y Moreno siguieron al conde de Siruela, hijo de la duquesa de Alba, con el fin de recabar información para secuestrarle.

Abaunza dejó sus huellas en el vehículo abandonado por los terroristas que el 10 de febrero de 1997 asesinaron en Madrid al magistrado del Tribunal Supremo Rafael Martínez Emperador. También se le relaciona con la muerte del teniente coronel Jesús Cuesta Abril, abatido a tiros en Madrid en enero del mismo año.

Con anterioridad, Javier Abaunza, natural de Gernika (Vizcaya), de 34 años, formó parte del comando Vizcaya, desarticulado en 1994 tras un tiroteo con la Ertzaintza. Por su parte, Julia Moreno Macuso, Bombi, formó parte del comando Nafarroa, desarticulado por la Guardia Civil en 1994, antes de integrarse en el comando Madrid.

Las huellas de Ainoha Múgica se encontraron en el piso de la calle Doctor Fléming descubierto en diciembre de 1996 y ocupado por el comando Madrid de la época, al que se atribuyen 11 asesinatos, y en otra vivienda de Benidorm (Alicante), ocupado por el comando Levante, que fue descubierto en junio de 1994.

Múgica era una de las activistas con los que iba a reunirse la dirigente de ETA Belén González Peñalba cuando fue detenida en Francia el pasado 25 de octubre. Según fuentes citadas por Europa Press, tenía la orden de formar el nuevo comando Barcelona, cuya presencia fue detectada en Girona el pasado febrero tras alquilar dos furgonetas que fueron encontradas en Francia.

Otro de los etarras cuyas huellas aparecieron en el piso de la calle Polibea es Juan Antonio Olarra, a quien se acusa, entre otros atentados, del asesinato del policía Juan María Helices, en Irún en 1993, y del militante socialista Fernando Múgica en San Sebastián en febrero de 1996.

Respecto a los otros cinco etarras, Aitor Lorente perteneció al comando Vizcaya, desarticulado por la Guardia Civil en septiembre de 1997 en un tiroteo en el que murieron los activistas Salvador Gaztelumendi y José Miguel Bustinza; Mercedes Chivite fue condenada en rebeldía por el Tribunal Correccional de París a cinco años de prisión por organizar una red de apoyo a ETA; Patxi Rementería fue deportado a Cabo Verde y posteriormente a Cuba, de donde salió en 1996, sospechándose que se integró en el comando Donosti; a Josu Ordóñez se le vincula al comando Vizcaya; y Raúl Ángel Fuente Villota, presunto miembro del comando Matalaz, fue puesto en libertad en 1995 tras pasar cuatro años en prisión pendiente de juicio.

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