Los colegios religiosos reclaman autonomía para decidir el tipo de jornada
Los titulares de los colegios religiosos madrileños pidieron ayer una nueva ley que regule la autonomía de los centros. Quieren que establezca los días y horas mínimas de clase por curso, pero que les permita aumentar ambos si lo desean. Y que los centros puedan elegir entre jornada partida o continua. La solicitaron durante la cuarta sesión del foro regional sobre la jornada escolar y a través de la agrupación madrileña de la Federación Española de Religiosos de la Enseñanza (FERE- Madrid), que representa a las órdenes religiosas titulares de las 314 escuelas madrileñas de este tipo."Nuestra legislación proclama la autonomía organizativa y pedagógica de los centros, pero es necesaria una ley que marque mínimos, acote esos principios y dé seguridad jurídica. Con ella se resolverían problemas como el que ha surgido este curso en torno a la petición de la jornada continua", aseveró Emilio Díaz, secretario técnico de FERE-Madrid. Díaz asegura que hay una demanda social de ampliación del calendario escolar, de que las clases comiencen más cerca del 1 de septiembre que del 15. La ponencia de la FERE asegura: "Los alumnos, en computo anual, no reciben los contenidos establecidos en los decretos de enseñanzas mínimas (...), los calendarios escolares son insuficientes".
En cuanto a la dicotomía entre jornada continua (sólo por la mañana) o partida (dos turnos de mañana y tarde, separados por un intermedio mínimo de dos horas), la FERE defendió un modelo mixto, donde cada centro elija. Pero matizó: con la jornada partida como principio general y la continua como excepción y siempre que se cumplan unos requisitos. Entre ellos: garantía de que los padres recibirán información detallada tanto a favor como en contra y posibilidad de volver a la partida. Añadió que en los centros concertados sea el titular del colegio, contando con la opinión no vinculante del consejo escolar, el que decida. La FERE prefiere la jornada partida porque favorece la convivencia. Sólo seis centros concertados han pedido la jornada continua, todos de Alcalá.
Otros dos ponentes fueron el Sindicato de Trabajadores de la Enseñanza de Madrid (STEM) y la junta de directores de colegios públicos, que reiteraron su defensa de un modelo mixto en el que cada comunidad escolar elija la jornada que prefiera. UGT también se inclinó por este modelo, aunque con muchas reservas y matizaciones. Este sindicato estima que primero hay que desarrollar un marco normativo que incluya todas las actividades (clases y actividades extraescolares) y que permita que las complementarias estén en el programa del centro y los padres las conozcan al matricular a sus hijos. "Llegados ahí, sí que es el entorno el que tiene que decir dónde acumula un tipo de actividades u otras. No puede haber un único modelo de jornada. El modelo que llamáis mixto es el que más se parece, dentro de la complejidad, a lo que pedimos", afirmó José Mata, secretario general de FETE-UGT-Madrid.
El quinto ponente, la federación de asociaciones de padres de Alcobendas, defendió la jornada partida: "Que se aplique la legislación mientras no haya un estudio riguroso que demuestre que lo contrario es mejor".
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