Sainz se estrena con el Ford Focus
El piloto madrileño de rallies destaca el potencial de su nuevo coche
Las incontables curvas de la carretera de Espinelvas (Girona) vivieron ayer la puesta de largo de Carlos Sainz en su nueva etapa en el Mundial de rallies. El piloto madrileño estrenó su nuevo Ford Focus durante unos entrenamientos en uno de los tramos más característicos del Rally Catalunya. "El coche tiene un potencial grande pero necesitaré un tiempo para aclimatarme", comentó Sainz, cuyo plan de trabajo en las próximas semanas es exhaustivo.Luciendo un mono blanco, inmaculado, sin pegatinas, Carlos dedicó toda la jornada a comprobar las posibilidades del Ford. Una y otra vez se colocó al volante y recorrió unos pocos kilómetros para empaparse de sensaciones y transmitir a sus ingenieros y mecánicos las modificaciones que debían realizar en los reglajes para explorar todos los elementos del vehículo.
"El chasis me parece excelente y el comportamiento de las suspensiones me ha sorprendido", explicó el bicampeón mundial, que ha fichado por Ford después de que Toyota se haya retirado de los rallies. Con la marca japonesa, Sainz no venció ni una sola carrera durante 1999 y terminó quinto en el campeonato. En el 2000 comienza su tercera etapa con Ford.
"Yo corro para ganar", dijo ayer, "y el día que no sea así me quedaré en casa. Pienso que Ford era la mejor opción que tenía y creo que con este coche podemos ser campeones del mundo en el 2000. Pero hay que tener un poco de paciencia porque la competencia cada día es más grande". Ford no logra un título mundial desde 1981 y esta temporada, con el nuevo Focus pilotado por el escocés Colin McRae, logró victorias en Kenia y Portugal.
Sainz continuará entrenando y probando su nueva montura hoy y mañana en Cataluña, y dentro de dos semanas en Suecia. Después comenzará la preparación para el Rally de Montecarlo, la primera prueba del campeonato, que se disputará del 21 al 23 de enero. "La principal diferencia entre el Focus y el Toyota que llevaba hasta ahora es que se trata de un coche más largo y con un comportamiento menos nervioso", explicó Sainz.
Su amigo y copiloto Luis Moya fue, como siempre, más explícito: "Es cómodo, pero no me cabe el pie izquierdo. No, en serio, todavía es prematuro hablar del coche, cuando sólo tenemos unas horas de experiencia. Para mí lo más notable es cómo pasa por las zonas bacheadas. Ni se nota".
El director de la escudería, Malcolm Wilson, destacó la capacidad de trabajo de Sainz y su sensibilidad para la puesta a punto. "Trabajé con Carlos en su anterior etapa con Ford, en 1996 y 1997, y ya sé de lo que es capaz", reconoció.
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