Caballero Bonald explora "las periferias desoladas del amor" en su último libro

Hay un territorio del amor cuyos márgenes fijaron algunos poetas provenzales en la Edad Media. Con el paso de los siglos, otros escritores -Garcilaso, Bécquer, Salinas, Cernuda...- llegaron a subir a sus montes más abruptos o a conocer sus parajes de frescura más escondida. Sin embargo, otros lugares quedaron fuera de este paisaje, quizás porque parecían demasiado sórdidos, quizás porque carecían de la grandeza de lo dramático o de lo bello. Poesía amatoria, el último libro de José Manuel Caballero Bonald (Jerez, 1926), explora ese territorio lóbrego, convulso, que muchos desprecian o temen. El catedrático Antonio Rodríguez Almodóvar (Alcalá de Guadaira, 1941) definió ayer como "las periferias desoladas del amor" esta tierra en la que se adentra la obra de Caballero Bonald.Rodríguez Almodóvar presentó el libro del escritor jerezano. Caballero Bonald presentó, a su vez, el segundo libro de poesía de Rodríguez Almodóvar, Poemas del viajero. El acto se celebró en la Casa de la Provincia, en Sevilla. Ambos libros han sido publicados por la editorial sevillana Renacimiento.

Caballero Bonald figura entre la docena de autores que dieron forma al grupo poético de los años cincuenta: una extraordinaria nómina que incluye a escritores como Jaime Gil de Biedma o Francisco Brines. El libro de Caballero Bonald recoge los poemas que "remiten explícitamente a asuntos amorosos" o "que lo hacen de un modo más o menos elusivo" en su obra. El escritor jerezano ha espigado entre sus libros de poemas, desde Las adivinaciones (1952) hasta Diario de Argónida (1997). Rodríguez Almodóvar distinguió en Poesía amatoria cinco "tonos" ("génesis de lo amatorio, los naufragios, la ironía, el sarcasmo y la compasión") y cinco "conceptos" ("las reflexiones, el erotismo, la espiritualidad, la transgresión y la negación").

Caballero Bonald, por su parte, hizo hincapié en una característica del libro de Rodríguez Almodóvar: "su pretensión de escribir contra el tiempo". El escritor jerezano resaltó los matices irónicos que salpican Poemas del viajero.