Tristán, la última joya
El mallorquinista tumbó al Ajax y Camacho le tiene en sus planes
Diego Tristán ha entrado por la puerta grande del fútbol europeo en el mejor de los escenarios posibles: el Stadium Arena de Amsterdam. Todo lo que hizo ante el Ajax en una noche memorable fue inmenso. Además de marcar el gol de la victoria, el delantero andaluz de 23 años realizó una auténtica exhibición de variados recursos técnicos, hasta el punto de llegar a marear a sus marcadores con regates, sombreros y filigranas varias. Provisto de una zancada prodigiosa y de una gran elegancia en todos sus movimientos, Diego derrochó talento a raudales en la fría noche holandesa. Algo que seguro que no sorprendió al seleccionador nacional, José Antonio Camacho, que cuenta con él como próxima alternativa a Raúl, Morientes y Urzaiz en la delantera española. "¿Pero, de donde salió ese Tristán?", se preguntaban los aficionados holandeses, prendados de la maravilla que tenían enfrente.Es probable que esa pregunta nunca se hubiese llegado a formular si el propio Diego no hubiera decidido en su momento apostar fuerte por él mismo. No una, sino en dos ocasiones. La primera de ellas, cuando desafió al presidente del Betis, Manuel Ruiz de Lopera, hace dos temporadas al firmar un contrato con el Real Mallorca. Harto de ver los partidos desde el banquillo, el héroe de Amsterdam, como le empiezan a llamar en Palma, dio muestras de una fe inquebrantable en sus posibilidades para abandonar su tierra y emigrar en busca de un futuro mejor. Ello le costó una airada reacción de Lopera que le tildó de traidor.
El segundo gran envite de Tristán fue a finales de la pasada temporada, cuando se hundía con el Mallorca B en Segunda División y forzó una entrevista cara a cara con el entonces técnico mallorquinista Héctor Cúper: "O juego en Primera o me voy", le dijo, mirándolo de frente y sin titubear. Cúper sabía que tenía a su cargo a un diamante en bruto, y que ya no podía ignorarlo por más tiempo. Ya lo había hecho al cerrarle el paso al primer equipo -"Diego necesita que le den muchas patadas en Segunda", declaró el técnico argentino- y no podía mantener esa situación.
Le convenció para que se quedara, sabiendo que él ya no le iba a dirigir, puesto que se había comprometido con el Valencia para ocupar su banquillo. Y Diego aceptó. Ambos protagonistas se volvieron a ver las caras en el último Mallorca-Valencia y el jugador definió el partido con un golazo, saboreando así una pequeña revancha: "Nunca sabré si Cúper me hizo un favor enviándome a Segunda", declaró Tristán.
Sus ganas y deseos de triunfar son tantas, que a veces le juegan una mala pasada. Muchas veces se recrea en la jugada y no ve al compañero mejor situado. Ya tuvo roces la pasada temporada con Alberto Luque (ahora en el Málaga) y es probable que los acabe teniendo con Leo Biagini, Carlos o el Polo Quinteros.
La lucha por un puesto en el equipo es titánica, y Diego, al que tanto le ha costado llegar, no piensa regalar nada: "El año pasado lo pasé muy mal; ahora tengo minutos, marco goles, y quiero conservar todo esto", declara el jugador, la nueva perla del fútbol español que tiene contrato con el Mallorca hasta el 2003 y una cláusula de rescisión de contrato valorada en 2.500 millones.
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