Romario ficha por el Vasco y se medirá al Real Madrid en el Mundial de Clubes
Tras 15 días de dimes y diretes y después de haberse dicho y contradicho, Romario fichó por fin ayer por el Vasco de Gama, su club de origen y antagonista acérrimo del Flamengo, del que acababa de ser despedido por indisciplina. Romario ha firmado un contrato por dos años y el famoso delantero recibirá en total 600 millones de pesetas.Los seguidores del Vasco se han dividido entre los que han visto con buenos ojos la vuelta del polémico Romario al equipo y los que no querrían verlo de nuevo con su camiseta. Romario ha sentenciado: "No me preocupa, ya que ni Jesuscristo consiguió nunca la unanimidad".
Los dirigentes del Vasco, apenados por haber sido eliminados, al igual que el Flamengo, de la fase final de la Liga, lo han dicho muy clarito: han fichado a Romario para que les gane el Mundial de Clubes que se disputará en enero en Río y Sao Paulo, torneo en el que también participará el Real Madrid, que en la primera fase no se medirá al Vasco sino al Corinthias. Según el entrenador del Vasco de Gama, Antonio Lopes, con Romario en sus filas su equipo ahora tiene grandes opciones de ganar ese Mundial.
Pero el problema radica en saber si el Vasco será capaz de conseguirá lo que no consiguió el Flamengo, es decir disciplinar a un jugador que se jacta de hacer lo que quiere en cualquier club donde esté, desde irse de juerga en vísperas de una competición importante o escaparse de las concentraciones. Los dirigentes del Vasco han sido muy prudentes al respecto afirmando que conocen muy bien al jugador y que están seguros de que se pondrán de acuerdo con él.
Por su parte, el jugador ha llegado humilde al Vasco. No ha querido que le asignen el brazalete de capitán, que ha dejado para Edmundo, otro polémico jugador apodado el animal. El ex jugador del Barça y Valencia lucirá la camiseta con el número once.
Con este cambio de rumbo de Romario, si ya siempre los enfrentamientos entre el Vasco y el Flamengo eran encendidos y apasionados, ahora lo van a ser más. Ningún otro jugador actual despierta tantas pasiones entre ambas torcidas.
