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El hermano de Anelka advierte a Del Bosque de que el jugador ya no soporta más presión

Diego Torres

Nicolas Anelka entró cojeando ayer al vestuario, diciendo que se había lesionado la rodilla derecha. El jefe de los servicios médicos del Real Madrid, Alfonso del Corral, le llevó a una clínica para efectuarle un examen. "No tengo nada y no me he hecho ningún examen", dijo Anelka al regresar. Su hermano, Didier, pidió explicaciones al técnico, Vicente del Bosque, sobre la condición de suplente del delantero, de quien dijo que está sometido a una gran presión. Para evitar hacer comentarios a la prensa, Del Corral pisó el acelerador de su coche y salió a toda marcha.

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Nicolas Anelka, el delantero centro francés que costó al Madrid 5.600 millones de pesetas, alegó dolores en la rodilla derecha y prefirió no entrenarse. Se le hizo un examen, y dos horas más tarde regresó a la Ciudad Deportiva, pero los servicios médicos no quisieron informar sobre el asunto. Poco antes, Didier, el hermano del jugador, abordó al técnico del Madrid, Vicente Del Bosque, para advertirle sobre la gran presión que sufre su hermano. También le pidió explicaciones sobre la suplencia que padece, a la sombra de Morientes. Ambos mantuvieron un diálogo agitado en el vestíbulo del vestuario. Didier se lamentó por la situación de su hermano, relegado al banquillo en Kiev y presionado por las filtraciones del club. Para el entorno de Anelka se hace difícil digerir lo que publicó ayer el diario As, asegurando que Lorenzo Sanz analiza las posibilidades de un trueque con el Inter de Milán: cederle a cambio de Ronaldo. En cualquier caso, ayer el Madrid aclaró que no piensa hacer fichajes en diciembre.La voz de Vicente del Bosque se elevó rotunda: "Su hermano no tiene que preocuparse; yo no he dejado de confiar en él. Sólo tiene que pensar en entrenarse y va a tener su oportunidad...". Durante dos minutos, el nuevo técnico madridista intentó calmar a Didier, que por fin se marchó con gesto inexpresivo: "Sólo me quería presentar a Del Bosque para que me conociera".

Entretanto, el jefe de los servicios médicos del club, Alfonso del Corral, llevó a Anelka a una clínica, para efectuarle exámenes. Al cabo de dos horas, el coche de Del Corral entró en el recinto de la Ciudad Deportiva. Unos diez periodistas lo esperaban para consultarle sobre la lesión del jugador. Anelka descendió con su habitual ritmo cadencioso, dando zancadas limpias, aparentemente sano. Al ver a los periodistas, Del Corral dio marcha atrás pisando el acelerador y faltó poco para que arrollase al jugador. Tras un intercambio de miradas de complicidad con el francés, el médico salió disparado, sin querer hablar con la prensa. Anelka, por su parte, se metió en el vestuario apresurado. Dijo: "No tengo nada. No me he hecho ningun examen".

Los millones de pesetas que el Madrid pagó por un delantero que no ha podido marcar ni un solo gol, hacen de sus movimientos el centro de atención de toda la prensa. Frente a la marea mediática, se encuentra su hermano y portavoz, Didier. Didier, es una figura casi omnipresente en los entrenamientos del Real Madrid y ayer no fue una excepción. A él se dirigió la prensa para averiguar la causa de la ausencia de su hermano. "Creo que se ha lesionado en el gimnasio, en su rodilla derecha... le duele, pero está bien", decía en unos casos. "Está bien, sólo que le duele un poco la rodilla" -decía en otros- "...será el frío". Quizá Didier no lo tenía muy claro. Christian Karembeu, amigo de Anelka, aseguró que le había visto cojear antes de la práctica: "Dijo que se había resbalado al salir de casa y que se había hecho daño".

El rumor de que el delantero francés había sufrido una recaída del esguince de ligamento lateral de la rodilla derecha -lesión que le ha mantenido un mes y medio sin jugar- se extendió con rapidez. Las suspicacias también. A la espantá de Del Corral, se sumó el hecho de que Anelka deberá ser titular este domingo frente al Celta porque Morientes -su competidor por un puesto en el ataque- está sancionado. Y precisamente el día en que resultaba imprescindible, Anelka cayó lesionado. Le ocurrió dos días después de tiritar a 11 grados bajo cero, en el banquillo de los suplentes -viendo cómo Morientes sumaba goles- durante el partido de Liga de Campeones, en Kiev. La mañana en la que se publicó que su club piensa en desprenderse de él. Cuando su hermano y representante destilaba preocupación.

A las 20.00 horas de ayer, este extraño episodio se cerró con un comunicado oficial del club. Un directivo del Madrid hizo el anuncio a este periódico: "Anelka no tiene ningún problema; el sábado viajará a Vigo con el resto de la expedición".

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Sobre la firma

Diego Torres
Es licenciado en Derecho, máster en Periodismo por la UAM, especializado en información de Deportes desde que comenzó a trabajar para El País en el verano de 1997. Ha cubierto cinco Juegos Olímpicos, cinco Mundiales de Fútbol y seis Eurocopas.

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