La gestora toma el control de FAPA-Valencia tras la conflictiva asamblea de Xàtiva

Mientras la gestora de la Federación de Asociaciones de Padres de Alumnos (FAPA) de Valencia comenzó ayer a trabajar, Antoni Garcés, ex presidente de la asociación, se aferra a presuntos defectos formales y a la "suspensión" de la asamblea celebrada el domingo en Xàtiva, en la que perdió el cargo,para invalidar los acuerdos tomados en ella. En Alicante, el sector crítico señaló que la decisión del actual presidente del movimiento, José Antonio Ranchal, de suspender la votación que debía de decidir sobre su continuidad responde a la falta de apoyos que tiene para seguir al frente.

La gestora de FAPA Valencia comenzó ayer a trabajar apoyada en el resultado de las votaciones celebradas el pasado domingo en la asamblea. Entonces, 167 representantes de los padres de alumnos de la provincia de Valencia votaron en contra de la permanencia de Antoni Garcés al frente de la federación y 77 lo hicieron a favor de su continuidad. Momentos más tarde, la gestora, constituida el pasado 26 de junio, pidió ser ratificada por los asistentes a la asamblea celebrada en Xàtiva. Pese a la menor presencia de representantes, 165 le dieron su apoyo, frente a 20 votos contrarios y cinco abstenciones. Ayer mismo el presidente de la gestora, José Antonio Moya, y varios de sus integrantes ya se encontraban en la sede de FAPA-Valencia ignorando los argunmentos del anterior presidente, Antoni Garcés, de que la asamblea nunca llegó a producirse. Falta de apoyo

Por otra parte, los representantes del sector crítico a José Antonio Ranchal como presidente de la Federación de Asociaciones de Padres de Alumnos de Alicante (FAPA)aseguraron ayer que el también presidente de la Confederación Valenciana de Padres (Covapa) ha perdido el apoyo necesario para ser reelegido en el primero de los cargos. A juicio de la oposición, no se explica de otra forma la contratación de guardas jurados para mantener el orden en la asamblea celebrada el domingo, y que además se requiriera la presencia policial después de negar voz y voto a los que plantean un relevo en la junta directiva de la FAPA. "De tener asegurada la victoria la votación se hubiera mantenido", declaró Blanca González, cabeza visible de la alternativa a Ranchal. Las tensiones entre los dos sectores enfrentados se evidenciaron el domingo, cuando tuvo que ser suspendida la asamblea general ante la insistencia de unos para ejercer su derecho al voto y la negativa de los otros a permitirlo. Las expresiones elevadas de tono llevaron al sector oficial a anunciar una denuncia ante los tribunales, por insultos.

Para Blanca González, la actitud de José Antonio Ranchal fue "poco constructiva, y nada dialogante". Los representantes del sector que lidera Ranchal preparan ya una nueva asamblea para dentro de 20 días. Yolanda Berkof, integrante de la lista oficial, calificó ayer de "vergonzosos" los incidentes registrados el domingo.

Por otra parte, el consejero de Educación, Manuel Tarancón, señaló ayer que no será necesaria la intervención de la Administración para "resolver los conflictos internos de la organización de padres de alumnos". La diputada popular Maira Barrieras acusó al PSPV de crear incidentes en la FAPA al no poder "controlarla".