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AJEDREZ

Magnates rusos, caos y promesas

La Federación Internacional cumple 75 años con una imagen patética

Leontxo García

Tiene motivos para aspirar a la gloria, pero nada en la amargura. La Federación Internacional de Ajedrez (FIDE), presidida por el magnate ruso Kirsán Iliumyínov, celebró el sábado el 75º aniversario en París sin Gari Kaspárov (en rebeldía), Anatoli Kárpov (querellado) ni el nuevo campeón Alexánder Jálifman, acreedor de 85 millones de pesetas. Atrás quedan las sórdidas e intrigantes guerras de pasillos."No se puede jugar al fútbol o al baloncesto por Internet, pero sí al ajedrez. Ahí está nuestro futuro", sentencia Iliumyínov. De 37 años, presidente de la república autónoma rusa de Kalmikia (cerca de Chechenia) desde 1993, acusado de múltiples fechorías sin que nadie haya probado nada, el Papa de la FIDE sucedió en 1995 al ínclito filipino Florencio Campomanes. Nadie duda de que Iliumyínov tiene razón: Internet, junto a la creciente introducción del ajedrez como asignatura en colegios de todo el mundo, es la herramienta esencial para recuperar el esplendor logrado con los duelos entre Kaspárov y Kárpov, entre 1984 y 1990.

Eran tiempos de vino y rosas. El español Román Torán, vicepresidente de la FIDE entonces, lo explicó en octubre de 1985, mientras las dos K disputaban su segundo partido. Ocho meses antes, Campomanes había cancelado sin vencedor el primer duelo tras sufrir enormes presiones; Kárpov ganaba por 5-3 (se jugaba a seis victorias, los empates no contaban) pero había perdido las dos últimas partidas con síntomas de agotamiento tras 48 partidas en cinco meses de lucha. El filipino y Torán gozaban de las consecuencias: "Los dirigentes de la URSS nos trataron muy mal durante el primer duelo. Ahora, gracias a Campomanes, ocupamos dos de las mejores habitaciones de Moscú, tenemos la nevera llena de caviar, coches oficiales...", dijo Torán.

Un párrafo de las normas de la FIDE para los Mundiales encajaba muy bien con ese testimonio: "Los directivos podrán comer y beber cuanto quieran, donde quieran y cuando quieran a cargo de los organizadores". Numerosos testigos pueden dar fe de cómo Campomanes pedía los vinos más caros en Sevilla (Mundial de 1987).

El sábado, en París, la fiesta era de un lujo engañoso. Iliumyínov, que asegura haber aportado unos 3.200 millones de pesetas al ajedrez de su bolsillo, acaba de fichar a su compatriota Artiom Tarásov, el primer multimillonario ruso tras la caída del muro de Berlín. Éste ha creado FIDE Comercio, empresa dedicada a generar patrocinios y financiación y nombra "Grandes Caballeros de la FIDE" a ilustres aficionados, como Juan Antonio Samaranch, Gorbachov, y Ernesto Che Guevara (a título póstumo). Para el Papa Juan Pablo II y el presidente francés, Jacques Chirac, se ha inventado la condecoración de "Gran Comandante de la Legión de Grandes Maestros". Mientras tanto, el nuevo campeón Jálifman y otros siete grandes maestros -entre ellos, el español Alexéi Shírov- esperan que la FIDE les pague 175 millones pesetas por los premios del Mundial de Las Vegas.

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Sobre la firma

Leontxo García
Periodista especializado en ajedrez, en EL PAÍS desde 1985. Ha dado conferencias (y formado a más de 30.000 maestros en ajedrez educativo) en 30 países. Autor de 'Ajedrez y ciencia, pasiones mezcladas'. Consejero de la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE) para ajedrez educativo. Medalla al Mérito Deportivo del Gobierno de España (2011).

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