Djalminha zanja la controversia
Desde hace tiempo, una cuestión parte por dos la grada de Riazor. Ambos bandos no se enfrentan directamente, pero dejan claras sus posiciones: cuando a Djalminha le sale alguna virguería, una parte lo jalea y la otra calla.Indolente, individualista hasta la exasperación, conflictivo dentro y fuera del campo, parte de la afición deportivista personalizaba en Djalminha los peores defectos del equipo. Pero desde hace un par de meses, brasileño es otro: presiona al contrario, no pierde nunca la atención y pone su talento al servicio del equipo. Ayer fue el futbolista que decantó el partido con dos acciones. La primera, un lanzamiento de falta a unos 25 metros, de frente a la portería y un poco escorado a la izquierda, que colocó con una rosca en el palo contrario. El segundo fue uno de los pases más memorables que se han visto en la Liga: con el exterior del pie y mirando para el otro lado, vio que Romero entraba en el área y le puso el balón en la punta de la bota.